La simbología del “Retrato de Bolívar Ecuestre”, de José Hilarión Ibarra (+vídeo)


Análisis simbólico del “Retrato Bolívar de Ecuestre”
“…Yo soy como el sol entre todos mis tenientes, que si brillan es por la luz que yo les presto…”.
Simón Bolívar
La pintura siempre dice más de lo que expresa en apariencia, sobre todo, cuando se trata de representar hechos o figuras heróicas como sucede en el presente cuadro, en el que haremos un análisis de la simbología del “Retrato de Bolívar Ecuestre” de José Hilarión Ibarra.
El Libertador Simón Bolívar representó no solo la máxima autoridad dentro de la jerarquía militar o política, sino que también según numerosos historiadores venezolanos, se distinguió por su grandeza moral e intelectual; dotes que no tenían ninguno de sus jefes contemporáneos que lo acompañaron en la guerra, a excepción de Antonio José de Sucre.
Entre los años 1826-1827, se pensaba que la sola presencia del Libertador podría enmendar la situación crítica en que se encontraba Venezuela, corriendo el riesgo de estallar una guerra civil, por lo que la presencia de Bolívar era deseada tanto por el gobierno del General Páez como por el pueblo veían en él la panacea que acabaría con todos los males.
¿Qué nos dice el “Retrato de Bolívar Ecuestre” de José Hilarión Ibarra?
Análisis simbólico de un retrato de Simón Bolívar




Los elementos simbólicos, iconográficos hallados en la pintura, refieren a las interpretaciones concluidas por la propia investigación en el conocimiento del contexto histórico de la época.
No obstante, es necesario señalar que al tenerse pocos datos del pintor no podemos conjeturar que efectivamente era ésto lo que estaba intentando representar, pero como señalamos más arriba el arte siempre está relacionado con la época y las condiciones de estas.
Elementos en la simbología del “Retrato de Bolívar Ecuestre”
Se tomarán en cuenta los diferentes elementos tomados de la pintura, a saber:
- 1- El caballo
- 2- El sol.
- 3- El fondo nocturno y las columnas de nubes.
- 4- La espada.
- 5- La figura heroica del Libertador.
El Caballo



La figura principal es el caballo blanco que junto al Libertador sosteniendo su espada, son los elementos centrales de la pintura.
Con respecto al caballo podríamos mencionar; citando el diccionario de iconografía y simbología de Federico Revilla, que “además de su papel fundamental en el desarrollo de la civilización es también parte del culto solar”, veamos lo que dice Revilla en su diccionario:
“(…) El caballo es también animal solar. Es frecuente que se asocien los significados solar y mortuorio; el viaje del sol cuando se oculta, se equipara al viaje del alma en ultratumba (…), las numerosas representaciones de discos aislados o incluidos en conjuntos figurativos destinados a simbolizar el astro rey, así como la abundancia de fuentes arqueológicas y literarias en que el caballo aparece como animal consagrado al sol (…), hacen que la sola aparición de un caballo y un disco a su lado constituya argumento suficiente para pensar que se trate de un objeto relacionado con el culto solar”.
Este elemento es muy interesante, porque, efectivamente en la pintura puede observarse un sol en el centro del caballo y la medalla del “Sol del Perú” en el pecho del Libertador.
Juan Eduardo Cirlot, otro estudioso de la simbología menciona que el caballo también es un presagio de guerra, pues estaba consagrado al dios romano Marte, otorgándole al jinete un atributo de superioridad, del que ciertamente no carecía el Libertador según la historiografia nacional.
El Sol



Esta elección de investidura es un elemento histórico, ya que al llegar Bolívar a Caracas lo hacía proveniente de la campaña en dicho país, donde sus pobladores originarios en la época prehispánica adoraban al sol como su máxima deidad.
Bolívar no puede considerarse ciertamente un Dios, sin embargo, sus campañas militares atravesando distancias increíbles, cruzando valles, cumbres nevadas que parecían impenetrables, llanos, y la mayor parte de Sudamérica, bien podrían considerarse sobrenaturales; con respecto a este aspecto sobrenatural Revilla en su diccionario nos dice:
“Se le asigna un papel como centro del cielo y por ende sede de los poderes o las figuras más venerandas (…) por parecer el rey del firmamento, es un símbolo del rey humano en la mayoría de las civilizaciones. El rey, a su vez, es venerado o al menos titulado a menudo como ´hijo del sol´”.
De igual manera el sol al ser ausencia de tinieblas, también se considera como “la inteligencia cósmica”; el carácter marcial del Libertador se sincretizaba con una amplia capacidad intelectual reflejada en sus decisiones de gobierno; el único que tenía este tacto político y su capacidad militar era el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
El fondo oscuro y la nube



Para resaltar este simbolismo del culto solar y la relación del sol con Bolívar que pudo representarse el fondo oscuro, casi nocturno en que está basada la obra; la noche representaba la vivencia del imperio de las fuerzas malignas, aunque reseña el autor de este diccionario, que dentro de la concepción cristiana, la noche es vista como un tránsito hacia la salvación, aunque por supuesto, no exento de pesares.
Con respecto a esto podríamos decir, que ciertamente la gesta heroica del Libertador fue un tránsito si no bien a la “salvación”, lo fue hacía la “Libertad” del pasado colonial español.
Sin embargo, es importante resaltar que las obras anteriores al siglo XIX tenían un fondo oscuro en muchas ocasiones debido a una técnica utilizada, para la preservación de la pintura en el óleo.
La nube vertical podría igualmente señalarse como apoyo al punto del culto solar, pues alude a una vinculación entre el cielo y la tierra.
La Espada



Este punto es muy atractivo, porque podría recordarse la lucha que tuvo Bolívar contra sectores de la iglesia durante la caída de la Primera República, luego del terremoto de 1812, cuando los realistas apoyados en la superstición religiosa del pueblo declararon que aquel acontecimiento natural era obra de un castigo divino por haberse rebelado contra el rey.
La Figura Heroica de Simón Bolívar en el “Retrato de Bolívar Ecuestre”
Finalmente en este análisis de la simbología, referiremos el punto del héroe que junto con el caballo es la figura predominante en la pintura:
“En la tradición griega, el héroe suele ser fruto de la unión entre un ser divino y otro humano, por lo cual recibe una condición peculiar, inferior a los dioses, pero sobrehumana. Esta se caracteriza por dotes sobresalientes, particularmente de tipo físico o guerrero, pero también intelectuales y ocasionalmente morales (…)” (subrayados nuestros)
Para la historiografía venezolana Bolívar contaba con todas estas facultades, no solo en cuanto a sus campañas sino en su talante intelectual, lo cual es evidente en su correspondencia, tanto por su retórica como en el fondo de lo expuesto.
Sobre sus facultades morales la historiografía venezolana lo reseña como un hombre preocupado por la moralidad del Estado naciente; como se evidencia en el Congreso de Angostura del año 1819 cuando propuso la creación de un poder moral que cuidara al Estado, de excesos inmorales que dañarían la salud de la república:
“Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el carácter y las costumbres que la tiranía y la guerra nos han dado, me sentido la audacia de inventar un poder moral, sacado del fondo de la oscura antigüedad, y de aquellas olvidadas leyes que mantuvieron, algún tiempo, la virtud entre los griegos y romanos (…)”.
Estos elementos iconográficos arrojan luz sobre la pintura “Retrato de Bolívar Ecuestre” de José Hilarión Ibarra, que según la tradición fue entregado al Libertador en su última visita a la ciudad de Caracas en 1827, y comparan al gran estratega militar de América, con el máximo representante de su tiempo en Europa, Napoleón Bonaparte.
Comparto con ustedes un vídeo de mi autoria acerca de este articulo, donde amplío con algunos datos históricos, sobre el tiempo histórico del “Retrato de Bolívar Ecuestre”, de José Hilarión Ibarra.