Mi vida en trazos
Mi vista está al frente, como debe ser.
La meta está al final del recorrido, y ahí llegaré, lo he decretado.
El objetivo está primero, es lo que siempre desee y es lo que he planeado.
Pero, ¿porque mi mirada vuelve atrás?
Mi sueño está a uno pasos, y ya recorrí mucho, no puedo tirar mi esfuerzo al contenedor.
El futuro promete mucho, demasiadas recompensas están por venir, puedo verlas.
La vida es una sola y no se vive sin riesgos.
Pero, ¿porque dudo? ¿Habré tomado la decisión correcta?
Lo seguro no es siempre el camino correcto e improvisar trae muchas sorpresas.
Aventura, peligro y adrenalina, la receta perfecta para vivir sin miedos. ¿O no?
Los tesoros se buscan con esmero y pasión, se arman expediciones colectivas de las almas más valientes con el fin de conseguir las gemas más valiosas.
¿Lo que pueda obtener es mejor de lo que tengo que soltar? ¿No?
Es el objetivo, la cima de la gran montaña. Es lo que siempre he querido, no tengo porque dudar o renegar.
Es lo mejor para mi.
¿En verdad es lo que quiero?
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