Reflejo


Luna curiosa y atrevida.
De piel humeda y blanquecina, traviesa y danzante, divertido juego y brillante contrincante.
Su superficie era un auténtico cuero curtido por cuyos poros exudaba sudor y cada gota que se deslizaba por sus rincones, creaban un recorrido de lava ardiente.
Brillante camino curvilíneo, trayectoria luminosa, con la cualidad de atraer hasta la presa más astuta.
Carne punzante y articulaciones crujientes, semejante sinfonía.
Figura que atrae a los sentidos, que retiene a sus espectadores con su luz potente y superficie ondulada, hipnotizados con su belleza.