La adopción: No tiene mi sangre en sus venas pero si mi corazón y alma
Se entiende por adopción o filiación adoptiva al acto jurídico mediante el cual se crea un vínculo de parentesco entre una o dos personas, de tal forma que establece entre ellas una relación de paternidad y/o maternidad.
Pero más allá de un término jurídico y la firma de una docena de papeles, está el sentimiento y corazón de unos padres que están dispuestos a dar amor, protección, educación y comprensión.
Es increíble como en orfanatos existen una gran cantidad de niños abandonados por distintas razones, bien sea por pobreza extrema de los padres, hijos no deseados, embarazos producto de una violación, embarazos de adolescentes por falta de orientación sexual adecuada que al dar a luz no se sienten preparadas para esta responsabilidad, son las razones más comunes.
En una sociedad carente de valores y charlas de planificación familiar por parte de entes gubernamentales en escuelas y secundarias, es común ver este fenómeno social.
Sin embargo, tenemos la otra cara de la moneda, parejas con anhelos de convertirse en padres que están dispuestos a brindar un hogar lleno de amor y protección a un niño que ha sido abandonado.
En oportunidades, para estos padres aspirantes a adopción es un poco frustrante el protocolo por lo extenso que se puede volver debido a los trámites administrativos, evaluaciones psicológicas y económicas, visitas por parte de sociólogos, trámites judiciales a cargo de tribunales, que se entiende son obligatorios para que el proceso tenga un término feliz, ya que es obligación velar por el bienestar del niño; pero creando esquemas adecuados se pueden hacer en menor tiempo evitando decepción por parte de los adoptantes, que en ocasiones pueden abandonar el desarrollo del mismo por pensar que es interminable o que logren la meta de adopción.
Generalmente las parejas aspirantes a adopción prefieren niños hasta los 4 o 5 años de edad, y esto es lamentable ya que entre edad 7 años a 18 años tienen pocas oportunidades de ser elegidos por una familia.
El amor es un sentimiento universal difícil de definir a pesar de ser el más puro y hermoso, si es la voluntad de una pareja es adoptar un niño para educarlo cómo su hijo, si es un verdadero anhelo del corazón convertirse en padres, no mirara la edad del niño, y le brindará la oportunidad de vivir y disfrutar de una familia. Todo es cuestión de estudiar esta posibilidad.
La edad del niño a adoptar no debería ser una barrera cuando el anhelo de ser padres es verdadero, hay tantos infantes en espera de una familia amorosa que los quiera adoptar, que sanen su corazoncito herido, antes de decidir dar este paso, piensa en esta probabilidad, todos tienen derechos tanto un bebé, un niño de 5 años o de 10 años, de tener una familiar y te aseguro que todos desean decir: Mamá, Papá los amo…
“No tiene en sus venas mi sangre, pero si mi tiene mi corazón y alma, porque a pesar no lo concebí Es mi hijo”
Post-data: En algún momento de mi vida visité un orfanato en la ciudad donde resido, fui a llevar unos alimentos para donación, a pesar de la alegría que rodea el lugar por las risas de los niños, también en algunos reina la tristeza. Los niños de mayor edad de 6 o 7 años recuerdan a sus padres biológicos, muchos de ellos están allí porque fueron maltratados, abusados, o simplemente abandonados y el Estado se hace cargo de ellos. Salí de ese lugar con un nudo en la garganta y a la vez con sentimiento de no poder hacer más, desde este humilde artículo aplaudo de pie a las damas que laboran en el lugar y los cuidan como si fueran hijos propios.
