Fortaleza
He tenido más de un maestro en esta vida, además de la vida misma. Algunos de mis maestros en la escuela me enseñaron cosas valiosas, otros lo intentaron y no les hice mucho caso. Culpa completamente mía.
Mis familiares fueron otra clase de instructores, los vi formar familias y ejercer oficios, diestramente y perder lo obtenido en un soplido. Caer y levantarse. Festejar los logros, doblarse sobre el suelo y perder peso en lágrimas.
Mis amigos fueron ejemplos a seguir en muchos aspectos de mi vida, y también, ejemplos de lo que no debo imitar.
Todos y cada uno, influyeron en mi persona y contribuyeron a lo que soy hoy en día.
Los culpo y les agradezco, por cada defecto y cualidad que nutrieron, cada mancha y trazo que perfeccionaron en mi lienzo.
Mi afilada astucia y mi torpeza desmedida.
Mi imparable curiosidad y mi resistente obstinación.
Mi tenacidad excesiva y mi inoportuno temor.
Labraron, forjaron y pulieron la armadura que protege mi alma, le dieron la mejor forma y lustraron su material, dando así como resultado una fortaleza impenetrable, resistente e indescriptible.
Cada exito y fracaso, cada logro y consecuencia, es de todos.
Gracias y de nada.