Al dueño desinteresado de mi corazón 

Mi muy querido ejemplar del sexo masculino, de especie humana y conexión amorosa conmigo:

¿Sería mucho pedir que use su conducto interno entre el paladar y la entrada del esófago, y su órgano muscular situado en la cavidad de la boca y que sirve para gustar, para deglutir y para articular los sonidos, como finalidad o uso para informar que es lo que espera y quiere de mi persona?

Ya no sé que es lo que espera de mi conducta, y menos si no usa los medios de comunicación que le fue otorgado por dios y el desarrollo gradual evolutivo.

¿No entiende que mi capacidad intelectual humana solo está programada en los niveles más altos de fatalismo, sospecha y desasosiego?

¿Le cuesta tanto otorgarme unos minutos de salud mental y emocional?

¿No ve qué la conmoción afectiva de carácter intenso que me produce su desapego emocional, produce un fenómeno físico negativo en mi anatomía, que puede acarrear síntomas desagradables y de permanencia duradera?

Llevo horas de constante insomnio, no consumo la cantidad de alimentación recomendada por estar pensando en su persona y ver una pantalla iluminada, esperando su respuesta escrita ha agraviado mi astigmatismo.

La cantidad exagerada de obras cinematográficas, literarias y composiciones musicales de género romántico que he consumido durante mi desarrollo me informa que no puede poner a una dama en espera.

¿Quién se creé que es? ¿Y cuanta paciencia creé que tengo?

O resumiendo: ¡La c#$+%* de tu madre! ¡M@ldit#, no me dejes en visto!