¡Un mundo maravilloso!

     Cuando somos niños nada parece importarnos, cuando somos niños las horas no transcurren, los juegos y la diversión son eternos. Hacemos amigos con facilidad, todos terminan siendo parte de nuestra familia, en la mesa la comida alcanza para todos, no generamos pensamientos de odio ni remordimiento, las peleas se arreglan con un juego de pelota o una carrera. Somos felices con tan poco, hacemos con hojitas nuestro dinero y con piedras los productos a adquirir en la tienda de nuestro amigo.

     Ser niño es tener un corazón abierto a todos y a todo, no encontramos diferencias en nadie, no existe religión o color de piel, solo existen las ganas de explorar, de jugar y conocer junto a más personitas como nosotros. Para un niño no existen deudas, desamores, tristezas, trabajo, existe solo la alegría de abrazar a mamá y llenarse de ese apego, sentir su pecho calentito diciendo “Te amo por sobre todas las cosas”.

     Ojalá todos pudiéramos recordar lo que es ser niño y darnos nuevamente la oportunidad de empezar a vivir la vida con gracia, con amor y con alegría. Que en medio de tanto agobio y situaciones difíciles pensemos ¿Qué haría mi niño interior ante esta situación? y tomemos las cosas con calma, esperando siempre el éxito y el mejor desenlace. 

     Solo tenemos ésta vida, tratemos de vivir siempre como niños y de hacer de este mundo un lugar maravilloso!