¿Tienes idea de lo que es el cortisol?
¿Cortisol?
No, no sé qué es eso.
Ok, no te hablaré en términos médicos, porque no lo soy.
Pero es necesario que, como seres pensantes, presentes en nuestro diario vivir tengamos conocimiento del normal funcionamiento de nuestro organismo, porque se sabe que el conocimiento es poder.
Cortisol es la llamada hormona del estrés.
¿Una hormona? ¿Qué es eso?
Sí. Una hormona es una sustancia elaborada por las glándulas del cuerpo. Se incorporan al torrente sanguíneo y sirven para controlar el funcionamiento de los órganos.
El cortisol se produce en las glándulas suprarrenales o adrenales, en correspondencia al estimulo de la glándula hipófisis. Se relaciona con enfermedad, así como con estados de angustia, miedo, pesar y tensión.
Porque cuando estamos bajo condiciones de tensión, ansiedad o miedo, (estrés positivo o negativo, llamado distrés), desde la glándula hipófisis o pituitaria, en la base del cerebro se produce ACTH (corticotropina u hormona adrenocorticotrópica), que desencadena la producción automática de cortisol, por parte de las glándulas suprarrenales o adrenales ubicadas encima del riñón.
El cortisol estimula la gluconeogénesis o producción de hidratos de carbono o azúcares a partir de la descomposición de lípidos y proteínas (aminoácidos) en el hígado aumentando, en la mayoría de las ocasiones, la velocidad de síntesis en un factor de seis hasta diez, de manera que eleva la glucemia.
¿Por qué es importante este conocimiento?
Los seres humanos seguimos respondiendo al comportamiento ancestral de nuestros antepasados, y aunque el cerebro ha evolucionado y vivimos en la era de la tecnología de la información, cuando nos sentimos amenazados (y una amenaza es cualquier situación que escape al dominio de nuestro ser: escasez de dinero para cubrir las cuentas, disgustos, agobio, inseguridad o frustración).
De inmediato el cerebro activa el modo de reacción de supervivencia o protección, entonces desde la hipófisis se ordena producir cortisol, y todas las reacciones fisicoquímicas que te llevan a prepararte para actuar en forma de defensa para la huida o la lucha como lo vivía el hombre primitivo ante un depredador…
Nuestro cerebro reproduce el modo de emergencia desarrollado por el sistema nervioso simpático para enfrentar el peligro, y las hormonas del estrés se vierten al torrente sanguíneo, ello conlleva a una alteración de la respuesta del sistema inmunitario, suprime el sistema digestivo y los procesos de pensamiento y relajación, considerados innecesarios a la hora de defendernos.
El corazón es impulsado a palpitar más rápido para bombear hasta 5 veces más sangre por minuto a las extremidades y todo tu cuerpo está en tensión.
¿Qué pasa si no sales del estado de estrés?
Si ocurre que te sientes constantemente amenazado y no sales del estado de estrés ya se vuelve patológico, generando enfermedades de diversa naturaleza dentro de ellas, la diabetes, por citar alguna.
Por otra parte, el exceso de cortisol favorece la ingesta de alimento, que unido al aumento de hiperinsulinemia contribuyen a generar un aumento de la obesidad, considerado un problema de gravedad para la salud a nivel mundial.
El efecto de la hormona cortisol en tu cuerpo puede durar 24 horas, si es eventual, pero si el estrés es perenne, no bajará tus niveles en cuyo caso puede causar síndrome de colon irritable, colitis, irritación e inflamación de la mucosa intestinal, indigestión. Aumento de la presión arterial provocando enfermedades crónicas del corazón, infartos y problemas cardio y cerebro vasculares.
¿Cómo lo puedes evitar?
Para evitarlo o minimizarlo debemos aplicarnos de manera consciente a practicar la alegría como forma de contrarrestar las situación de estrés, la resiliencia entendiendo que la situaciones negativas no durarán para siempre…
Que no se nos manda más de lo que somos capaces de sobrellevar, que las cosas tienen la importancia que querramos darle y si queremos podemos ahogarnos en un vaso de agua, o vivir en paz bajo la tormenta porque desde nuestro fuero interno podemos manejar nuestras emociones y sentimientos.
Controlar los niveles de cortisol implica hacer ejercicio, meditar, dormir mejor, evitar situaciones de pleitos y contiendas, comer sano, no consumir alcohol, ni fumar, moderar el consumo de café, té y chocolate.
¿Y no tiene ningún beneficio el cortisol en nuestro cuerpo?
Traumatismos, infecciones, calor o frío intenso, cirugías y en general cualquier enfermedad debilitante provocan un aumento de la liberación de cortisol.
Lo cual es beneficioso porque moviliza rápidamente las grasas y aminoácidos y favorece la formación de sustancias como la glucosa aumentando la energía del organismo, en condiciones que así lo requiere, de forma natural y según la fisiología de cada individuo.
No veamos el cortisol como un enemigo, el enemigo es nuestra propia mente cuando perdemos el control y nos dejamos abrumar por el miedo, la angustia, y con nuestros pensamientos inducimos y multiplicamos el estrés, motivando una producción automática de dicha sustancia.
Las hormonas de la felicidad
Todo lo contrario, ocurre cuando, producto de pensamientos positivos (alegría, dicha, agradecimiento, compasión) se induce la producción en nuestro cuerpo de sustancias conocidas como hormonas de la felicidad (endorfinas, dopamina, serotonina y oxitocina), las cuales, a niveles óptimos de salud, nos causan sensaciones satisfactorias, agradables, placenteras, humor positivo, seguridad, tranquilidad y confianza, cero estrés y actitud de creatividad y crecimiento espiritual.
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Ana Elizabeth Duarte
Ing. Agr. Copywriter certificada, Correctora, Escritora. Enamorada de la vida
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