Sonata de Oro

Siento como quema en mi el sentimiento al escuchar tus notas, cayendo rendido a los pies del deseo y la pasión que la música ofrece; aquel mundo mágico que te hace volar con la compresión de un simple sonido, que con el tiempo puede cambiar la actitud de un corazón dolido. La música es más que una simple cuenta matemática. Es pasión en tus manos, es la expresión de las cosas que queremos decir, pero no hayamos con que darlas a conocer. La música llega a dónde las palabras no pueden, es la manifestación de todos nuestros deseos más íntimos y te da el control total de nuestras emociones en un solo sonido. Es la mayor alegría para los que sufren y tras tanta lucha en este mundo cruel y despiadado que solo deja una larga brecha en ti, es el pagamento que une todas las partes de nuestra alma y con ellas crea el ser más maravilloso que podemos ser. La música es el lugar de escape para recobrar el aliento y después seguir aguantando los golpes que nos da el sistema en crisis, es la mejor manera de soltar todas nuestras cargas y arrojarlas al vacío existencial de que provienen las angustias, dónde el dolor de la perdida, de la enfermedad y las catástrofes no existen. Es el verdadero paraíso, el lugar predilecto de nuestras pasiones, un lugar al que correr por consuelo y después de oírlo, conmovernos en sus piezas; perdernos en el más allá y refugiarnos en el, terminando con el sufrimiento entre llanto y suspiros