Rosanegra. ( fragmento ), nueva obra literaria, próximamente disponible.

Es difícil no pensar en todo lo que me trajo a este lugar. Observando sentada justo enfrente de la cama donde yace el señor Andrés luchando con cada bocanada de aire para no ahogarse en su sangre, mientras estoy sentada con las piernas cruzadas casi desnuda terminando de fumar este cigarrillo, esperando pacientemente que el mismo se termine junto a la vida de este hombre en particular.

Convirtiéndome en aquello por lo que mi padre luchó en contra y por la cual perdió su vida, el hombre el cual hoy su vida tome en esta noche, es tan solo un peldaño hacia los verdaderos responsables de la muerte de mis padres. Jamás pedí la vida que tengo ahora, es más, por este oficio mi madre lucho hasta el final, para salvar a todas las mujeres que pudo, de la oscuridad de la prostitución.

— ¿aló ?— sonó así el teléfono celular de aquel hombre, distrayendome de la mirada fija que le tenía a este desgraciado, el cual ya se encontraba en las últimas de su vida.

— el señor Andrés no puede contestarte — pude así reconocer la voz de una mujer algo sorprendía por las palabras que había dicho en este instante.

Por unos segundos muy especiales, la dama que se encontraba detrás de la línea telefónica, comenzó así a insultarme y a maldecir el hecho de haber constatado el teléfono de aquel caballero el cual ya jadienate la vida comenzó así a apagarse de su cuerpo.

Siendo esto último algo que me causo mucha gracia, sumando a la esecena que tenía en la línea telefónica, la cual entendi que era la esposa de este desgraciado, no me quedo de otra, que reír fuertemente miestras el cuchillo que le había clavado en el cuello de este hombre dejaba de moverse señal que el estaba a punto de llegar a su final.

— no sé quién seas y no me interesa.

— mi nombre es Rosa Valentina de Andrade, hija de un padre asesinado en búsqueda de justicia, hija de una madre cariñosa que tal solo deseaba la igualdad de su género— fueron las palabras que le dije a esta mujer, después del último suspiro de este desgraciado colgué el teléfono celular que tenía en la mano.

— ¡uno menos !— el cigarrillo que tenía en mi mano ya estaba a punto de apagarse, fue así que me dispuse a levantarme de la silla en la que me encontraba, al ver detenidamente el cuerpo de ese hombre, pude ver la señal inconfundible de que había muerto. (…).

Próximamente en Wattpad….

Para más historias pueden seguirme como

@jonarafa20..