Por culpa de mi memoria. Capitulo 11
Narra María:
Esa mañana me desperté y tenía una fuerte sensación no entendía muy bien que estaba pasando conmigo, cómo de costumbre, me levanté con un fuerte mareo, me bañé, me cambié con un vestido floreado azul y un cintillo que hacía juego con el vestido.
Mi esposo no estaba, siempre se la pasa trabajando, aunque para ser exactos él y yo somos amigos en realidad, después de mi accidente donde me desperté sin saber quién era o que me había pasado, estaba la mitad de mi cuerpo quemado aunque ya se cicatrizo porque era grado 1 de quemadura, mi esposo dylan me rescato antes de que todo se incendiara y muriera quemada. Aunque inhale bastante humo que hizo que me desmayarse y golpeara la cabeza, haciendo así que perdiera la memoria.
No recuerdo haberme casado con el, conocerlo o demás por eso mismo dormimos en habitaciones separadas, él me respeta mucho y aunque se ve que me quiere yo no puedo sentir esa conexión de amor, solamente lo veo como un amigo aunque sea mi esposo. Siempre he pensado que al obtener de nuevo mis recuerdos podré estar con él y ser su esposa, a demás de eso el me comentó que en mi accidente estaba embarazada pero por el fuerte humo que inhale mi bebé no resistió y tuvieron que hacer el degradó. Cuando me enteré de todo eso, sentí desfallecer por un tiempo quede en el hospital en observación, no quería hablar, no quería comer, no quería nada. Después de darme el alta con el diagnóstico de amnesia traumática y temporal por el golpe, ya podía irme a casa. Sin embargo llegar y no reconocer nada ni sentirme en casa fue más duro y difícil para mí.
A veces los recuerdos intentan venir o en los sueños solo que no son claros y eso me genera todo el día dolor de cabeza fuertes y mareos. Mi única escapatoria es la playa, caminar por la playa, sentir la arena y el mar en mis pies y perderme en ese color característico de el.
Después de haber hecho los quehaceres de la casa y haber desayunado me dispuse a caminar por la playa, pero esta vez tenía una sensación muy extraña, no entendía porque ya que siempre caminaba por la playa, estaba tan distraída en mis pensamientos cuando de repente escuché un niño gritando “papi” lo veía correr y gritar, estaba desesperado, en ese momento al ver ese niño sentí algo muy raro y no me percate ni siquiera de cuando una lágrima empezó a derramar por mi mejilla. ¿Qué me pasaba? Me preguntaba, supuse fue nostalgia al recordar o mejor dicho al imaginar que iba a ser madre y no pude.
Me acerqué a el niño, al principio cuando me miró frunció el ceño y me quedo mirando aún más “mami” grito me abrazo por las piernas, escuchar eso me hizo quedar estática.
Lo volví a mirar y baje a su altura
– No soy tu mami, le respondí mientras dulcificaba más mi voz.
– Papi, papi no está. Pronunciaba el niño, se le podía ver el desespero en su voz.
– ¿Dónde está tu papi? Le pregunte.
– No sé, no te, onde está papi, respondía y sus ojitos empezaron a llorar más y más. Verlo así hizo que se me estrujara el corazón sin entender porqué.
Lo alce en mis brazos y lo mecí.
– No te preocupes, lo buscaremos, buscaremos a tus papis. Le respondí mientras lo mecía en mis brazos, tratando de calmarlo.
– Papi, papi, susurraba ya sin llorar.
Caminamos así, el cargado en mis brazos, buscando a su padre. Estábamos caminando cuando vi a un hombre igual de desesperado que el niño llamando a su hijo. Lo mire y miré al niño y si tenía que ser su padre.
– Papii, grito emocionado el niño y si, supe que era su papi.
Baje al niño a la arena y le dije que se quedará ahí, que ya venía su papá. Porque justamente venía corriendo en la dirección de nosotros, me fui acercando un poco cuando choco conmigo.
– Disculpa, se disculpó y siguió caminando, pero entonces solo fue que yo pronunciará no hay problema señor y todo su cuerpo se detuvo como si se hubiese congelado y no pudiera dar un paso más.
Me quedo mirando y entonces nuestros ojos se encontraron, me quedo mirando con tanta intensidad que pude sentir como mi cuerpo entero se empezó a erizar.
No supe en qué momento me abrazo y caímos a la arena, quedando el encima de mí y joder, joder, joder estar en esa posición, estar tan absolutamente cerca nuestra mirada tan conectada, sentí miles de sensaciones en mi cuerpo, en mi piel y empecé a sentir como mi corazón se empezaba a acelerar, de repente me erice haciendo así que el se fuera cuenta y yo reaccionara, le empuje levemente el pecho y sentir ese tacto en mi piel fue aún más fuerte, confundida me levanté y divisé que el niño estaba detrás de él con una sonrisita, le hice seña de que esperara y asintió haciéndome caso.
Me estaba confundiendo con una tal María o eso entendí ya que no podía pronunciar bien las palabras, vi que se iba a ir y lo detuve. Llame al pequeño niño y llegó abrazando a su papá. Y entonces ver esa escena empezó a hacerme sentir más intensa las emociones y el corazón a bombardear con más velocidad.
Al ver que se habían encontrado papá e hijo decidí alejarme, ya no podía más, por algún motivo mi cabeza empezó a doler, vi a lo lejos a Dylan y supe que tenía que irme con él.
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