Por culpa de mi memoria. Capitulo 10

 A la mañana siguiente me desperté y me dolía todo el cuerpo, pues dormir en un sofá nunca es cómodo para tu cuerpo.

Me levanté y como todas las mañanas, me asee y comencé a preparar el desayuno para Christian y para mi. Chris dormía hasta tarde pero por alguna extraña razón hoy se despertó temprano.

– Papi, papi vamos a paya-, a paya- a ver a mami. Ese fue su saludo.

Mirar a mi hijo con sus ojitos marrones ilusionados de ver a su mami y saber que no es ella. Me pase una mano a la nuca y funci el ceño.

– Hijo podemos ir a la playa más tarde, debo trabajar. A demás hijo ella no es mami. Tuve que responder y ver sus ojitos de confusión.

– Si es mami, es mami, es mamiiiii!!! Grito empezando a hacer una rabieta. Aquí vamos de nuevo…

Lo tome en mis brazos, aunque él pataleaba para que lo soltara.

– Hijo, ella no es mami, mami está en el cielo, cuidando nos…

Él me miraba y fruncía el ceño. Se limpio la carita con su pequeña manito y me abrazo fuerte.

– Extaño a mami, respondió mientras me abrazaba.

– Yo también mi pequeño, yo también.

Después de ese pequeño episodio, desayunamos, bañé y cambie al niño. El se quedó jugando y mirando sus muñequitos en el televisor, yo por mi parte intentaba concentrarme en el trabajo, pero no podía.

Después de almuerzo y que reposará más el sol decidimos ir a la playa, yo al igual que el niño también quería verla, necesitaba verla.

Caminamos por la playa con los pies descalzos y sintiendo las corrientes del mar, los dos estábamos en completo silencio, la playa no tenía muchos turistas y eso la hacía ver más tranquila. Y cuando pensé que no la volvería a ver volvió a aparecer esa silueta. Y como si pudiera leer mi pensamiento o tuviésemos una conexión muy fuerte, porque enseguida conecto con mi mirada y por varios segundos nos quedamos mirándonos mientras se acercaba, pero esta vez no venía sola. Esta vez venís con un hombre, supuse era su esposo ya que en la anterior conversación lo menciono.

Sentí un sabor amargo al verla caminar de la mano de otro, pero sentía una emoción al verla y conectar con su mirar una vez más.