Libera tu mente de enemigos silenciosos. 

 ¿Si te preguntan cuantos enemigos tienes que responderías? Ninguno. Quizás respondas. Si así es, felicidades. No hay nada mejor que vivir en paz, no deber nada a nadie y que nadie te deba ninguna cosa. Poder caminar por las calles y sonreír a todos. ¡Maravilloso! Eres afortunada.

Entonces llegas a casa, sueltas la cartera sobre el sillón y te sacas los tacones, tus pies empiezan a doler; llevas los zapatos en tus manos y te pones a pensar que harás primero, si darte un baño relajante o prepararte una deliciosa taza de café. Entonces decides darte ese baño. Caminas escaleras arriba pensando en que mentiroso es ese chico que te dijo un piropo. “ hola guapa” fueron sus palabras. ¿Guapa? ¿Acaso está ciego y no pudo ver lo fea que soy? Mi nariz no es tan respingada cómo la de las mujeres de la televisión. Mi cuerpo ha engordado un poco y para colmo empiezan a salirme esas líneas de expresión. ¡Ey! Detente. ¿Te das cuenta que si tienes un enemigo? Ese que tiene nombre y apellido. Baja autoestima le llaman. ¿Pero que es la baja autoestima? Es esa apreciación negativa que tienes de ti misma. Te miras al espejo y no te crees lo suficiente. Tu mente es invadida por imágenes y pensamientos negativos sobre ti misma. Lo peor es que no solo tu mente te hace pensar lo peor de ti misma. Te quiere convencer de que así como te ves: Poca cosa, insignificante y fea, así te ven los demás.

¡Que enemigo tan cruel ese que has dejado que te habite!. Ese al que debes cerrarle las puertas de tu mente, pero que una vez entra se niega a salir de allí.

¿Te has puesto a pensar si es verdad todo eso tan negativo que piensas de ti? No todo lo que crees que ves en el espejo o todo lo que tú mente influenciada te dice es cierto. No siempre esa mala valoración de ti misma se ajusta a la realidad. A veces ese concepto erróneo se forma con el tiempo y muchas de esas veces influido por los demás.

A veces la autoestima baja viene desde la niñez, otras veces es el producto del maltrato verbal y psicológico del que eres víctima en tu adultez. Una pareja o falsos amigos te hacen sentir inferior y ahí crees darte cuenta que no eres esa mujer bella, poderosa y audaz que pensabas.

Para por favor. No te hagas más daño. Cierra la puerta de tu mente a ese enemigo implacable. Aleja de tu vida todo aquello que influya de alguna manera en tu desvaloración. Aquellas personas que ridiculizan tu aspecto físico, esos mensajes fantasiosos de la supuesta belleza que miras en las revistas o en los anuncios de la televisión, no permitas que continúen moldeando tu valía.

Entonces ¿hay vuelta atrás en ese camino doloroso y silencioso que has recorrido por mucho tiempo?

Claro que sí. Pues así como los venenosos pensamientos negativos entraron en tu cabeza y bajaron a tu noble corazón , así mismo puedes conducirlos a la puerta de salida y decirles que no son bienvenidos y que no tienen más lugar en tu vida. Pero ¿Cómo puedes hacer eso?

Consejos para aumentar tu estima:

 *cuida tu cuerpo y tu mente: haz ejercicio, come sano y ve al médico de vez en cuando. Eso te ayudará a sentirte mejor, a verte con ojos de amor y aceptación y a amarte reconociendo tus puntos fuertes; porque los tienes, solo que tú mente mal influida se niega a verlos y reconocerlos. No sabes cuántas personas alaban eso de ti muchas veces; si. Aunque te sorprendas.

*No caigas en la autocrítica: Por ejemplo de decirte al mirarte al espejo: ”que fea soy ” sé compasiva contigo misma . No vuelvas a compararte con nadie, ni con familiares, amigos o compañeros de trabajo. Con esa vecina que parece ser la más bella del vecindario. Créeme, no es perfecta y seguramente ella también lucha con sus propios problemas internos. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en que ella desearía ser tú en algún momento? Siempre hay algo de ti que otros desearían tener y nunca te lo van a decir.

* Huye de las relaciones tóxicas: Ese hombre que se ha encargado de que tu valía disminuya con cada insulto, con cada gesto de desprecio, con cada sarcasmo, con cada afirmación de que no eres nadie. Ese tipo de personas no deben ser considerados dignos de ti.

 Así que acéptate cómo eres, con tus virtudes y defectos, recuerda que no hay un ser humano perfecto. Sobre todo. Amate. Nadie mejor que tú puede hacerlo. Tu cuerpo es tu templo. Amalo cómo es. Recuerda que si tan solo quieres puedes brillar. Y ese brillo iluminará a todos los que te vean. Serás el reflejo de lo que piensas. Como dijo Osmel Sousa: “ eres bella firma aquí ” firma con tus pensamientos cada vez que te mires al espejo. ¡ Soy hermosa! Sin importar lo que otros opinen. Tu cuerpo reflejará tus pensamientos y si te dices que eres hermosa cada mañana, él lo creerá y todo en ti y a tu alrededor cambiará.

En otro artículo te hablaré de otro enemigo muy dañino. Los celos. No quieres dejarlos entrar. Después veremos qué tan dañinos son y como evitarlos.

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