Las acciones políticas de Sebastián Lerdo de Tejada.

sebastian lerdo 1

Uno de los personajes fundamentales para entender el siglo XIX y que curiosamente no ha recibido la atención por parte de los historiadores fue el ministro y posteriormente presidente Sebastián Lerdo de Tejada, cuyo gobierno sería un punto de coyuntura entre el proyecto liberal de Benito Juárez y el ascenso de Porfirio Diaz en el poder, ya que le toca heredar el problema dejado por Juárez y el incipiente sistema democrático donde existía cierto resquemor hacia la reelección y que al terminar su periodo intentaría mantenerse en el poder, despertando la rebelión de Diaz quien encabezo a la oposición liberal y le daría la victoria. El problema de raíz había surgido durante el constituyente de 1856 cuando se había sugerido la idea de abolir la posibilidad de la reelección, pero en ese momento se había empoderado el derecho del pueblo para poder elegir al quien crea conveniente y esa opción fue desechada, algo a lo que Lerdo decidido preservar sin haber aprendido de los problemas suscitados durante la última reelección de Juárez.

Otra de las razones por las que opta por menospreciar la necesidad de hacer una reforma electoral fue que no consideró importante la oposición que en aquel entonces representaba Porfirio Diaz, tomando en cuenta que en 1871 el general se había levantado en armas contra Juárez junto con otros militares a lo largo del país y fueron sofocados por el ejército federal, el único político al que podría considerar como opción de su sucesor seria el presidente de la Suprema Corte de Justicia José María Iglesias, pero su independencia frente a su figura hizo que lo descartara y no viera otra opción más que la reelección. Lerdo pensaba que Diaz no era capaz de ofrecer algo mejor para el país debido a su formación poco estudiada (había abandonado la carrera de derecho) y por construir su carrera en el mundo militar, contribuyendo a que estableciese el decreto de amnistía para los rebeldes vencidos, pero también no se dio cuenta que muchos de los políticos porfiristas se habían unido a su facción y que una vez su caudillo decidiese volver a intentar hacerse con el poder lo iban a apoyar.

Las razones que han desalentado su estudio han sido tanto por no haber dejado muchos escritos acerca de su gestión política y sobre todo por el aparato porfirista que siempre busco por desacreditarlo, no ayudaba tampoco su poca experiencia política al estar inmerso en su mundo profesionista, rebelándose en las elecciones de 1867 y 1871 como un político poco carismático y empático con las necesidades del pueblo. Estas debilidades serian aprovechadas por la prensa de la época, siendo un personaje muy fácil de caricaturizar en las revistas satíricas y sería el preferido de revistas como “El Hijo del Ahuizote”. Para compensar estas flaquezas, Lerdo fue un político conciliador entre las diferentes facciones y que en un inicio hizo que algunos porfiristas moderados como Vicente Riva Palacio se acogiera a las condiciones de amnistía que promovió con los rebeldes al ver la posibilidad de incluso formar parte del gabinete, pero al darse a conocer que los miembros pertenecían a su círculo cercano lo único que provoco fue el aumento de la animadversión de sus adversarios, aun así logro construir varios acuerdos al nivel legislativo.

Hay que recordar que Lerdo asciende a la presidencia como sustituto de Benito Juárez quien fallece en el puesto en 1872, previamente había sido rival de Juárez al competir contra el en las elecciones de 1871, que al quedar en segundo lugar quedaría con el puesto de presidente de la Suprema Corte de Justicia, mismo que le permitía acceder a la presidencia interina para convocar a elecciones. Como la sucesión presidencial se hizo según lo estipulado por la constitución, le dio al pueblo la sensación de que por fin se estaba cumpliendo con la ley y esto facilita que fuese electo como presidente, ya que de alguna manera la rebelión de La Noria volvía a resucitar los viejos pleitos de los militares por el poder que habían ensombrecido la vida política de la primera mitad del siglo XIX, aunque en el momento de la muerte de Juárez no se descartó imponer un gobierno militar. Se vio en la figura de Lerdo la oportunidad de que el país fuese dirigido por personas preparadas e ilustradas, facilitando el apoyo de las bases juaristas unidas con los lerditas para darle el gane en las elecciones.

Los porfiristas desconocían a Lerdo de Tejada desde la concepción misma del Plan de La Noria, donde vieron como la reelección de Juárez en 1871 como fraudulenta, por lo que al ser Lerdo elegido en este mismo proceso también resultaba su puesto como ilegitimo (Diaz había quedado en el tercer lugar), lo cierto es que Juárez mantenía su fuerza electoral en los gobiernos locales. Esto hizo que cuando sube a la presidencia se dedicase a ir sustituyendo a los juaristas de los puestos de gobierno poniendo a sus partidarios para asegurar la gobernanza e ir constituyendo un legado político propio, pero también no podía confiar en los porfiristas porque de hacerlo hubiera provocado la ira de los juaristas, este intento de personalizar la política en su figura hizo que fuese visto como ambicioso por sus adversarios.

El legado que lograría Lerdo de Tejada en la política nacional seria la reinstauración del Senado en 1874, como un intento legal por entrar de lleno en la política local y que había tratado de ser impulsado por el propio Juárez desde la creación de la Constitución de 1857 sin éxito, algo que se tradujo en el apoyo de los juaristas, pero tuvo e desacierto de dejar fuera a los propios políticos locales que se vieron desatendidos por el gobierno, dejando el camino abierto a su adhesión a Diaz. A esta serie de problemas que se había echado encima hay que sumar que perteneció a la facción radical de los liberales, por lo que se le atribuía un gran acercamiento hacia los Estados Unidos y sobre todo representaba una afrenta para la derrotada facción conservadora, todas estas resistencias fueron aprovechadas por Porfirio Diaz para que cuando se dan las elecciones de 1876 y propone su reelección arme la resistencia con el Plan de Tuxtepec para finalmente hacerse con la presidencia, quedando la figura de Lerdo ensombrecida por la historia.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Daniel Cosió Villegas. Sebastián Lerdo de Tejada, mártir de la Republica Restaurada, de la revista Historia Mexicana no. 17 vol. 2.

Imagen:

Izquierda: Francisco de Paula Mendoza. Sebastián Lerdo de Tejada, siglo XIX.

Derecha: José María Villasana. «Tres poderes distintos y uno solo verdadero», 1874

sebastian lerdo

Recomendar0 recomendaciones

Publicaciones relacionadas

0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

¡Descubre los increíbles beneficios de esta valiosa comunidad!

Lector

Escritor

Anunciante