La huelga de los guionistas y de los actores en Hollywood.


Por Andrea Murillo.
Vamos a empezar con la huelga de escritores y vamos a poner en contexto.
Las regalías o pagos residuales son un tema central de las huelgas simultáneas de actores y guionistas de Hollywood, y un asunto constante en las protestas.
Si bien alguna vez recompensaron generosamente a las estrellas de éxitos como Duchovny, los miembros del sindicato dicen que desde entonces se han reducido al mínimo a medida que la industria ha cambiado al streaming.
A continuación, un vistazo a cómo funcionan las regalías y la experiencia de quienes las reciben, o no.
¿QUÉ SON LAS REGALÍAS?
Las regalías son pagos a largo plazo para quienes trabajan en películas y programas de televisión, negociados por sindicatos, en el caso de reposiciones y otras emisiones posteriores al estreno inicial.
La estructura salarial básica se desarrolló en 1960, la última vez que escritores y actores estuvieron en huelga juntos.
Los pagos, que disminuyen con el tiempo, están vinculados a varios factores, incluida la duración de una película o programa, la importancia de un papel, el presupuesto de una producción y dónde se ofrece la película o el programa.
Si bien las empresas de streaming técnicamente pagan las regalías, tanto los sindicatos como sus miembros dicen que las cantidades y los plazos de pago dejan a los actores y guionistas con una miseria de lo que alguna vez recibieron, y aquellos a quienes alguna vez se les pagó por las reposiciones de los programas de televisión a menudo no obtienen nada ahora.
“Hice un episodio de ‘Criminal Minds’ y estaba obteniendo regalías”, dijo la actriz Whitney Morgan Cox, quien tiene un puñado de créditos por papeles pequeños.
“Luego ‘Criminal Minds’ se mudó a Netflix y esos cheques dejaron de llegar. Luego resurgió en la televisión por cable, obtuve un par de cheques más. Se fue a streaming, los cheques dejaron de llegar”.
¿CUÁL ES EL PROBLEMA DE LA POPULARIDAD?
Las regalías de streaming están en gran parte desvinculadas de la popularidad de la película o el programa al que están vinculados.
La mayoría de los servicios de streaming se resisten a publicar cifras específicas de audiencia. Los artistas dicen que ser parte de un éxito ahora tiene poco significado.
El actor Chris Browning apareció en la película “Bright” con Will Smith, que Netflix calificó como un éxito visto por muchos.
“Si hubiera sido en los viejos tiempos de las regalías de DVD, habría recibido un cheque residual de 25.000”, dijo Browning. “Obtuve 271 dólares de Netflix”.
David Denman, quien apareció en 31 episodios de “The Office”, que se transmitió por NBC, dijo que “no importa si ves el programa una vez o lo ves 100 veces, no obtendrás más dinero porque más gente lo vea”.
“Cuando es el programa número 1 en Netflix, pueden obtener una ganancia significativa, pero eso no llega a los actores de cuello azul como yo”, dijo Denman.
“Sólo estamos pidiendo compartir las ganancias cuando el programa tenga éxito, eso es todo”.
Quinta Brunson, creadora y estrella de “Abbott Elementary” del canal de televisión abierta ABC, dijo que ha tenido una experiencia mucho mejor en muchos sentidos que sus amigos que han tenido roles similares en los servicios de streaming.
“Creo que… los servicios de streaming podrían aprender ahora mismo de lo que las cadenas de televisión han hecho en el pasado”, dijo Brunson. “Creo que hay muchos beneficios en la forma en que funcionan las cadenas de televisión”.
Luego se unieron los actores y se unieron a la huelga. Y ponemos en contexto que pasó.
Las razones de más peso son el pago de “residuales” y la regulación de la inteligencia artificial.
Los residuales consisten en las regalías que tanto actores como escritores reciben de los canales de televisión por la transmisión de las películas y series que existen gracias a ellos.
La llegada de los servicios de streaming afectó drásticamente estos ingresos y las plataformas no han sido transparentes sobre las estadísticas de visualización de sus contenidos ni de las ganancias que estos generan.
En cuanto la inteligencia artificial, tanto actores como escritores demandan garantías para regular su uso en la industria. (Y ni se diga de los actores también).
Emplear tecnologías para escribir una historia o para reemplazar actores mediante el uso del deepfake (la posibilidad de replicar el físico, voz y movimientos de una persona) permitiría a las grandes productoras prescindir de seres humanos en la creación de contenidos.
Es muy complejo lo del tema de la ia y además las regalías. Esto es importante.
Si esto afecta a los actores, imagínese lo de los demás.