La Bienvenida.

 Del bosque oscuro…. salió una risa despavorida, me causó una conmoción, y sentí tanto miedo, que apreté el culo para retener el orín que se me quería salir, sentí un escalofrío y ganas de volar de ese lugar.

Corrí y sin más alternativa que guindarme de la campana…le di tres toques…

Pude divisar caras que se asomaron por la ventana, una arriba y otra abajo.

Por fin alguien en camino.

Abrieron y salió un hombre, alto, muy blanco,peinado abrillantado, parecía que acababa de darse una ducha, lucía pulcro e impecable…

—¡Buenas noches!

—¡Eh…disculpe…buenas noches, me recomendaron este lugar, vengo a quedarme!

—¡Muy bien, sígame, vamos hablar de negocios!

<<¿De negocios?…¡Vaya! no pensé que tuviera cara de empresaria>>

Lo seguí por las escalinatas, el iba adelante, y abrió la puerta, atravesamos un pasillo lleno de cuadros y cruzamos, ya en ese nivel, todo tomó una forma más normal; no voy a negar que me sentí aliviada; había iluminación, las paredes lucían pintadas de azul, y había un recibidor, muy acogedor, típico, de las recepciones hoteleras, abrió la puerta de una oficina, y una brisa casi imperceptible de un aire acondicionado, rozó mi cara; me apartó una silla, y me senté; me dijo lo siguiente…

—¡Discúlpeme, y permítame presentarme, me llamo Otelo Gómez; soy el administrador y dueño de esta residencia para turistas, y aquí en esta carta tiene nuestros planes.

Me dió una cartulina forrada de papel contac transparente, dónde ofrecían sus servicios.

Antes de leer le dije, sin dudar…

—¡Eh!…¡Yo solo vengo por una noche!

El señor me habló con una voz elegante y exquisita, casi melodiosa…

—¡No, nosotros, no firmamos por una noche, tenemos planes a partir de ocho días!

—¡Pero no tengo dinero para ocho días!

—¡Lo siento, entonces, tendrá que marcharse, y no se, cómo se le ocurrió, venir para acá, a esta hora tan tarde; tendrá que pasar la noche afuera, somos muy estrictos con nuestros planes!

—¡Pero que descaro! ¡Eso es chantaje!..

—Lea, y después hablamos.

Pude leer, en caso de no poder pagar, me darán trabajo.

—¡Disculpe!…¿De que clase de trabajo estamos hablando?

Y con su voz medio afeminada y melodiosa pero de hombre me dijo…

—¡De todo un poco, colaborar, colaborar, así de sencillo!…¡Y no está de más una manito por esta temporada!

Me quedé anonadada, parece mentira que me esté pasando esto, espero que la onda cambie, no siento que el universo me esté apoyando.

Me quedé quieta e inmóvil y tomé una respiración muy profunda…

<<¡Nose, pero algo haré mañana, no puede ser que esté obligada a hacer lo que no quiero hacer!>>

Miré la cartulina y puso otra hoja en el escritorio para que la firmara…

—¡Si decide por el mínimo que son ochos días, me firma aquí por favor!

Lo miré, me parecía escalofriante, y ví a mi alrededor, era todo tan silencioso que se podía escuchar la caída de un cabello…

Volví a mirar el papel y el lapicero, entonces; desesperadamente, lo tomé y lo firmé.

Enseguida sacó una pulsera con unos números, esto es para que en su estadía este identificada, y no se le olvide el número de su habitación.

La tomé porque recordé que era costumbre en algunos resort otorgar un brazalete de identidad a los socios o miembros de un club, para los descuentos del consumo interno.

—907-70-61.¡Que número tan largo!

—¡Significa que usted hasta los momentos es una cuenta por cobrar para nuestra administración, tiene que pagar todo los gastos que genere su estadía antes de irse. Se queda, pero estamos haciendo una excepción con usted, no lo olvide.

Le daremos el hospedaje que hasta los momentos usted se merece.

Me sentí como en una especie de shock, como en una foto vieja y sin color, quería que esa hora de mi vida pasará lo más rápido posible, en un abrir y cerrar de ojos, ¡ya estaba comenzando a extrañar a mis padres!, con eso lo digo todo.

—¡Bueno le voy a decir a Bartolo que la venga a buscar y la lleve a sus aposentos!

—¡Le voy a pagar hasta donde pueda, pero de qué me voy antes, me voy antes!

Una risa sardónica en una cara más blanca que un nevado, se dibujó en su rostro, no lo quería aceptar pero tenía un aspecto tan extraño, que me hacía sentir que estaba en inminente peligro.

—¡Bartolo, Bartolo, conduce a …disculpe, ¿Como dice que se llama?—busco para leer el contrato.

—¡Eh!…Juliana Morris.

—¡Así!…Bartolo, conduce a la señorita Juliana Morris a la habitación que está disponible.

—¡Enseguida Otelo!

Escuché la voz del tal Bartolo desde la ventana—era muy nasal y chillona—pero no lo podía ver; ¿en dónde se encontraba?.

Cuando salí de la oficina fue que me lo topé, era un tipo más bajito que yo, encorvado, con una gran loma en la espalda, además de un ojo apagado, llevaba un mondadientes en los labios…me espanté, si, me espanté, no sé si el lo notaría, pero ya no quería mover un pie, ¿ir a dónde con ese señor?, ¡No puede ser!..

—¡Eh…¿Para donde vamos?…

—¿No trae equipaje? ¡me preguntó!..

—¡No muy poco!

Comencé a caminar detrás de él, cruzamos a la derecha, luego a la izquierda, seguimos recto, por un corredor, volvimos a cruzar de nuevo a la izquierda, el caminaba rapidito, y yo ya me estaba cansando de tantos cruces y una y otra vez, parecía que nunca iba a llegar…¡Por Dios hasta cuándo!…

Subimos a un ascensor.

—¡Tuvimos que caminar porque el ascensor del ala ”A”, se dañó, y tenemos que usar este!

Nos bajamos, caminamos y volvimos a cruzar a la derecha y otra vez a la derecha, varias veces, y después varias veces a la izquierda…

—¿Oiga a dónde me está llevando?…

Por fin se detuvo.

Llegamos a la habitación, abrió la puerta, muy cómoda con aire acondicionado, nevera, baño, cama matrimonial, una mesita de noche, con una muñequita de porcelana en oración, una libreta para anotar con un lapicero, hay una gran ventana con su cortina azul oscuro; todo muy confortable.

—¿Que pase buenas noches?

—¡Por favor! Me gustaría cenar algo.

—¡Allí está un intercomunicador, puede encargar lo que desee!

—¡Ah está bien!…

Cerré la puerta, revise las cortinas para saber que vistas tenía, y no había sino paredes, había un televisor, lo encendí, pero lo único que tenía eran canales triple x; no me gustó para nada, lo apagué, y por fin, pensé que podía descansar, guarde mi bolsa en el armario, y decidí por supuesto, bañarme, y me metí, en la ducha con agua tibia, empecé a disfrutar del baño, me enjabonaba, y no se porque tuve la sensación de escuchar que algo se movió en el cuarto, como un sonido metálico, cerré el chorro, para escuchar, pero nada, y entonces decidí terminar mi baño, luego salí y pedí una cena por el intercomunicador.

—¡Buenas noches!

—¡Dígame en que le podemos servir!

—¡Eh… me pueden traer un pan relleno de jamón, queso y una malteada!

—¡Si, claro, en veinte minutos se lo hago llegar!, ¿a cual habitación?…

¿Hay, pero este señor no me dejó la llave?…¡que descuido!…

—¡Eh!…¡No se preocupe en su brazalete, y también en la pared hay un estante que es ascensor, y nosotros subimos la bandeja por ese viaducto, solo diga el número que está grabado en la placa!

—¡Si es verdad, no me acordaba!, además revisé los bordes y si allí está grabado el mismo número…

—¡Oyeee, pero esa si es buena eh, vamos a ver!—se acerca al impreso de la alacena—¡907-70-61!

—¡Muy bien, espere tranquila, que ya se lo envío!…

—¡Entonces estoy en el “ala” de los morosos!

Ahora mas tarde me voy a comunicar con mi amiga Nicol, pero primero voy a recargar un poco mi teléfono, lo voy a enchufar aquí, ¡muy bien!.

Me terminé de secar, y me quedé en ropa interior, no prendí la tele, porque no había nada que me interesara, y solo me quedaba esperar la cena.

Me recosté de lado, y me estaba quedando dormida cuando escuché un sonido como una corneta que me sobresaltó.

—¡Ahí mi Dios!..era la lámpara de la alacena, que se encendió, con mi encargo.

Levanté la pequeña compuerta y efectivamente allí estaba…y tomé mi encargo que venía con una factura.

—¿Que $240?…,¿pero que es eso?…¡Ni que estuviera comiendo caviar!…

¡¡¿Que les pasa?!!…¡¡Esto es el colmo!!…le voy a hablar…

—¿Dígame en que la podemos ayudar?

—¡Pero por favooor! ¿Que caro es ese sandwich?

—¡Lo siento, ese es el precio, a nosotros todo nos sale muy costoso, por lo retirado que estamos! Si desea hacer algún reclamo, hable con el señor Otelo.

—¡Si, claro muchas gracias!

¡¡Esto es el colmo de los colmo!!… ¡¡mañana me largo!!, ¡no, no, este lugar es espantoso!, mejor ceno, me duermo y espero a que amanezca!…

Dejé una lamparita, no puedo creer que este en un lugar tan complicado, tan lejos y tan íngrimo, bueno… voy a tratar de cerrar los ojos…

Mis párpados están cerrados, y trataré de sentir emociones suaves, me haré una auto hipnosis, relax……relax…… respiro suaveee.. lo mejor es que piense en algo sutil, tierno, agradable…ya casi…ya casi…me estoy…quedando oo…. dormiiii…iii…y…

¡tlan tlan tlan!…

¡ABRO LOS OJOS!…he oído algo… muy peculiar, un sonido como metálico, ¡oye!…el mismo que sentí en el baño…¡¡Mi cama tembló!!!…¿que?.. ¿Ahora un sismo?…

Se siente un caminar pesado por el pasillo…

¡ son pisadas muy fuertes como de botas!. Me arropo toda, ¡pero sigue!…el sonido……

tlan…tlan…tlan… son…ay…no…¡¡SON CADENAS…¡y parece que la arrastran! ¿Un alma penando?…ayy…no…

¡diocito…! Un escalofrío como nunca había sentido recorrió todo mi ser en un minuto; y mi corazón palpita a mil millas…¡Ay Diosito ooo que será eso ooo!… se oyen las pisadas lentas y fuertes…¡la muñequita de porcelana salió disparada contra la pared!…

¡Ay!…¡ay Diosito ooo! perdóname, me hice la señal de la cruz, ocurre muy rara vez, no soy muy creyente…pero si,si está habitación está embrujada… ¡ahiii va aaa!, cierro mis ojos, recojo mis piernas y las abrazo; ahora se siente más fuerte…¡tlan….. tlan…..tlan…¡SE DETUVO!… ¡ahí está!…. detrás de la puerta quiere entrar, ¡ahí mi Dios!…

—¡¡¿Quién es, que quiere?!!

<<¿que será lo que busca?>>, sigue ahí lo sé, lo siento…se escucha… ahora se vuelve a mover, noooo, ¡son cadenas arrastradas!, las pisadas de nuevo; las está arrastrando….. tlan…….tlan…. tlan

…tlan… está girando…está dando la vuelta…se está alejando…han pasado varios minutos… no se oyó más…parece que

¡ya se fué!…

¡Ay mi Dios yo solo te pido!… ¡que vuelva amanecer!

Recomendar0 recomendaciones

Publicaciones relacionadas

0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

¡Descubre los increíbles beneficios de esta valiosa comunidad!

Lector

Escritor

Anunciante