Hola yo…

Hola, ¿cómo estás? Hace tiempo no te veía, ¿dónde te habías metido? Estabas perdida, si claro que lo estabas… No sé bien cuando sucedió, porque a decir verdad siempre fuiste la sombra de alguien más, siempre intentando ser la niña buena, siempre corriendo tras los sueños ajenos, y yo me preguntó, ¿Y los tuyos? ¿En qué lugar pones tus sueños? ¿Aún sueñas?.

¿Te acuerdas cuando aún creías en el amor romántico, el amor a primera vista, ese amor desinteresado, ese amor mágico?…

Pasabas noches enteras, hasta altas hora de la madrugada escuchando esa música lenta y melosa que te fascinaba y hacía que abrieras tu corazón y lo volcaras en un trozo de papel en forma de poesía, claro a nadie se las mostrabas, hasta que llegó él, tu primer amor a muy temprana edad. Le dedicaste tu vida, tus sueños, tus ilusiones y hasta tu futuro, él era tu prioridad. ¡Por DIOS! ¡Qué gran error!, ¿por qué nadie te enseño que la única prioridad en tu vida sos vos, eres tú, vos sos la primer persona de quién debías enamorarte, tenías que amarte infinita y locamente, serte fiel hasta la muerte. Esa es la única forma efectiva para no perderte en el camino, para mantener claro tu rumbo.

Pero tranquila, que aunque los desvíos hacen el camino más largo, siempre pero siempre se aprende mucho durante el viaje, y nunca es tarde para comenzar.

Por eso hoy nuevamente como hace 23 años abro mi corazón para traducir su sentir en palabras y hablarme a mi. Hoy puedo decir que luego de un largo tiempo volví a creer que el amor bonito si existe, ese amor que me desvelaba de adolescente y me desesperaba por sentir y que luego pensaba que era todo mentira, un engaño de los cuentos de hadas, ¡si existe!.

Hoy puedo decir que me volví a enamorar… pero de mí, yo soy el gran amor de mi vida, yo hoy juro que voy a amarme, respetarme y serme fiel para toda la vida, incluso más allá de la muerte.

No permitiré jamás volver a caer en las tinieblas del infierno llamado depresión, me niego a vivir la vida medicada. A medida que este amor crece me siento más fuerte y estoy convencida que voy a poder derribar cualquier obstáculo que se interponga entre mi y mis sueños.

Querida yo, quiero decirte que te amo y prometo jamás volver a olvidarme de vos.

Decreto que a partir de hoy soy yo nuevamente y soy feliz.

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