Feo e imbécil.

Nunca se ha considerado un tipo guapo, aunque tampoco horrendo, y tonto lo que es tonto, la verdad que tampoco. Eso sí, muy listo no es. De hecho, su abuela desde que él tiene uso de razón, le ha tildado siempre de tonto hasta la saciedad, pero también de bueno, esto último ya se ha visto que no lo ha sido.

Pues bien, lo que tiene ahora feo de verdad, es el alma. Está recuperando su alma.

Su mujer dice acertadamente, como siempre, que él ha sido una “marionetita”, cómo ha podido sucumbir a sus sombras del pasado cuando se ha vuelto a cruzar con el maldito Diablo. Todo esto, con la mente bien amueblada y fuerte, que creía que ya tenía, jamás hubiese sucedido, tendría la mínima inteligencia y sensatez para evitar, o incluso, que nunca se llegase a dar tal situación. Por desgracia, ya muy tarde, pero ahora tiene el poder de dirigirse a si mismo por el camino del sentido, sin dejarse llevar por su imbecilidad, después de tan duro golpe que ha dejado temblando sus vidas, y gracias al trabajo personal que nunca antes había desarrollado en su interior.

La familia que él ha elegido, a las duras y a las maduras, han demostrado ser su familia de verdad, no como otra pseudo-familia que se quieren llamar, movidos por sus intereses lúdico-festivos, “niñaterío” vario, egoístas redomados, quien el principal imbécil, una vez más, ha sido él, por no haberlo visto venir con suficiente antelación, además de haber pecado él primero con dichos defectos, y lo que es peor, haber metido a su familia real en ese círculo sectario, del que dentro de lo malo, el golpazo los ha sacado de ahí, no sin considerable daño también. Quizá unos pocos, se terminen salvando como él y su familia, con la suerte de no salir dañados.

Su familia no le han dejado solo, lo podrían haber hecho con todos los argumentos a su favor, pero unidos están saliendo del hoyo que él mismo ha cavado.

Esa familia de la que tanto se enorgullece, pase lo que pase, así lo va a sentir siempre, han estado en el momento más duro de su vida, encima, provocado por la inconsciencia de él, y ella, su mujer, ha estado peor que nadie, aún así ha sacado fuerzas de flaqueza para continuar adelante.

Pero, ¡por Dios!, él no se va a encontrar en el futuro con su mujer para tomar un café, acompañado de otra familia. Ya tiene una familia, la mejor, y su mujer, la mejor, única e inigualable, la que le complementa de verdad, y a la vista está, nunca antes había encontrado ni había cuajado con ningún otro ser humano tan maravilloso como ella, porque para él no existe, salvo su mujer.

Igual que ella también lo siente por él, él está completamente seguro en todos sus sentidos, de que ella es el amor de su vida. Está convencido de que no puede haber demostración más grande de amor, que la que están llevando a cabo para poder ser felices juntos, después de tanto dolor, además provocado por él.

No tiene duda, antes tampoco la tenía, de que si quieren, pueden estar unidos el resto de sus vidas.

“Amor, siento vergüenza cada vez que te miro, solo te puedo decir que confíes una última vez, por favor, porque no nos voy a volver a fallar, la eternidad que nos queda, solo voy a vivir para agradecerte con hechos, haberme salvado la vida.

Te mereces paz, te mereces salud, te mereces gloria… Te amo, te amo bien, no te voy a defraudar, en el fondo de tu interior sé que lo sabes.

He errado muy grave, he tomado el camino para subsanarlo, por ti, por mí.

Por ti, hipotecaría todo una y mil veces, cada acto de fe por ti no me supone ningún esfuerzo, el esfuerzo sobrehumano es no poder estar a tu lado.

Te he puesto, nos he puesto una gran traba en el camino, y aquí seguimos de la mano para saltar encima de todos aquellos que aún nos quieren zancadillear. No te sientas sola, mi vida, por favor, créete que ya no soy imbécil, y la belleza que tú siempre me has visto por fuera, y por dentro, ten por segura que por dentro va a brillar más que nunca, no quiero que te sientas sola ante la adversidad, en lo más complicado hemos estado juntos, ahora que vemos y vamos a la luz, voy a seguir contigo hasta el final.

Te he amado, te amo y te amaré todo, bien, con cabeza y corazón. Juntos, somos todo.”

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