Er Pigui.Por: Marco Fuguett.
“Er Pigui” (Acto 1)
Hay personas absurdas, ilógicas, hasta tontas diría yo, que critican la vida, cuando la misma es bella; bueno, por lo menos eso pensaba, mientras llegaba a mí rancho. Tan sólo 10 escalones me separaban de mí amado hogar y sin atracos; ya que estos sólo se dan en los peldaños 101, 126 y 207, en éste punto debo acotar, que el señor malandro del escalón 126, te atraca, eso es verdad, pero lo hace con educación, hasta con cierta ternura, te hace ver qué somos un producto dé la herencia y el medio y hasta bueno consejos te da, para llevarse mejor con la pareja, ésto para que tus hijos sean buenos ciudadanos, etc,etc, etc. Finalmente, tú terminas aceptando, qué el culpable de toda aquella situación no es él. ¡Eres tú! De paso les digo, que ése tipo es tan buena gente, que no te despoja de todo, algo te deja para tus gastos mínimos, con la clásica expresión de siempre: “Administrese mejor” Disculpen, debo atender una llamada telefónica; mi celular está repicando.
“Don Felipe. Rey de España”
– Halo. Pigui soy yo, tú amigo Felipe.
“Pigui”
– Qué gusto me da saludarte; yo pensaba también llamarte para decirte, que en una semana a más tardar, me verás por allá, pero sólo por el centro, tú sabes: Madrid, Toledo, Ávila y tal vez, no te aseguro nada, me llegue al Escorial, tú sabés que admiro la obra de Felipe II.
“Don Felipe”
– Yo también la admiro y avísame cuando vengas, deseo consultarte unos asuntos de Estado.
“Pigui”
– En lo que pueda ayudarte, lo haré con gusto y te dejo, porque ya voy llegando al rancho (Indica el Pigui colgando la llamada) Era mi amigo Felipe y fuí claro con él, sólo recorreremos el centro del Reino, ésto sí mi mujercita no me cambia los planes y sé lanza para Burgos y de allí a la vieja Andorra, de hacerlo vamos a parar a Francia; hablando de ella. ¡Allí está el amor de mi vida!
(Cómo musica de fondo sé escucha. “Only you” de The Platers; pero cuando la Cuaima habla, cambia el tema por otro: “Vampiro, Vampiro” de los Corraleros de Majagual.)
“La Cuaima”
– ¡Ahora es que tú te apareces, pedazo de inútil! El niño acaba de vaciar el tobo lleno de mierda en la cocina.
“Pigui”
– Debo aclarar a mi querido lector, lo expuesto por mí refinada mujercita; ésto para evitar confusiones; por cuestiones de espacio y nada más qué por eso. Hacemos nuestras necesidades fisiológicas en un pequeño tobito, que es de lo más cuchi. (Publicidad. ¡Todos deberían tener uno! ) Claro está qué al día siguiente, lanzamos aquél contenido por el barranco; bueno, la verdad sea dicha, ésto me a traído ciertos inconvenientes. Recuerdo una vez, que todo ése material orgánico, algo oloroso quizás; le cayó encima a la señora Petra, incluso y aquello fue público y notorio, le quedó un coqueto mojón colgando en los senos. Tomamos hasta un video, porque aquello fue muy educativo; pero lo que ella expresó en aquél momento, por educación y principios, no sé los puedo indicar, más sí les acoto que lo que dijo ¡Fue bien feo!
Vamos a cambiar ahora de tema amigos, por uno que sea más ameno; por fin logré y sé los digo con orgullo, limpiar toda la cocina, no fue fácil hacerlo, en ése sentido debo aclararles, qué no soy un producto de la casualidad, ni de la improvisación, pues para tener ésa capacidad y esa eficiencia, qué yo demuestro día a día en lo que hago, tuve que prepararme en la universidad y mucho, con ése fin estudié, en la facultad de “Coletologia” ésta palabra lleva acento en la “i”, pero siempre me lo cómo por hambre, cosas del tercer mundo; lo expuesto me faculta cómo Coletologo, experto pasando Coleto. (No confundir con pasando Culeto, ojo con eso) También soy individuo sin número ni silla, de la Academia de la Antihistoria y eso me llena de orgullo. ¿Qué estoy haciendo ahora? ¿Lo quieren saber? Sé los digo pues; estoy disfrutando de un excelente café, importado claro está, mientras mi amada y culta esposa, me prepara con sus delicadas manos, una delicatez. (Cómo pasapalo, es que estoy tomando coñac) Algo que llaman “Fondue a la optimus”, ésto se hace con varios tipos de queso: Parmesano, Pecorino y Gouda, también sé le pone vino blanco, salsa Tabasco, la inglesa y algo de sal. Coño, allí viene la Cuaima.
“Cuaima”
– Ya deja de soñar pendejo, no sé porque me casé contigo, no sólo eres un don nadie, también tienes aquello chiquito, voy a tener qué comprar una lupa; termina ya de comerte tus bollitos con mantequilla y bebe con gusto, tu agua de la fuente.
“Pigui”
– Por Dios Cuaima, qué ordinaria eres; es chiquito en verdad, pero muy cumplidor, no niegues eso, por lo otro debo reconocer, que socialmente hemos sufrido cambios, no somos de la “alta sociedad”, eso lo admito, pero sí de la “harta suciedad” y eso suena parecido y hasta rima. Por otro lado, antes no se leía tanto cómo ahora y eso es sinónimo de Cultura o me van a negar, que todo el qué va al baño, no lleva en sus manos algo de lectura, bueno, a veces no es para leer, es para otra cosa y les pongo el caso de mi compadre Darío, ésto cómo ejemplo; por su rabo a pasado: buena parte de la historia, innumerables fotos de políticos (Han quedado marroncitos en su trasero) Algo de geografía, inglés y filosofía, pero lo que no le gusta a su recto, ésto ya está comprobado, son las noticias violentas, ésto porque se altera. Sé pone como loco ¡Ah, por favor! ¡No pregunten donde queda la fuente!
Fin acto 1
“Er Pigui” Capítulo 2
“Er Pigui”
Mí amigo puso algo de música, eso sí, clásica, en ésta casa somos exclusivos en todo, por ello en éstos momentos, está sonando el concierto #5 para piano y orquesta en mib mayor, opus 73 emperador. ¡Oh Ludwing Van Betoven! Hay aquí una transición, entre la sinfonía #3, la heroica, y la #7; escuchen con interés el primer movimiento, los compases 8 y 9, sí, en pocas notas nos dice todo, está musica es resistencia, es ese camino a la victoria y lo va marcando el piano, que con su derecha nos da entuciasmo, pero con su izquierda, tristeza. Yo siento que ese equilibrio, de algún modo nos da fuerzas, me recuerda algo, al “Don Ottavio” de Mozar, de su famosa ópera “Don Giovanni”
“La Cuaima”
Mira panzón, cuando termines de escuchar a Noel Petro, me pones a los Corraleros de Majagual, y, cuando se les acabe la guarapita, me compras a mí una de ron, ya me calenté.
“Er Pigui”
No puedo atenderte ahora Cuaima, me están llegando dos mensajes urgentes; el primero es del secretario general de la ONU, quiere saber cuándo daré mi discurso, el otro, es del presidente del FMI, quiere plata y yo no doy préstamos. Eso lo dejé en claro, pero al parecer no entendieron, incluso, no deseo invertir más, en la bolsa de valores de New York, ya que tuve muchas pérdidas, con el desplome de algunas acciones. ¡Coño! Al compadre se le salió un gas, eso es por la guarapita, qué vaina tan podrida, le pongo la perola pá que cague y le paso el periódico para que se limpie. Me pide qué no le dé la página de sucesos, sólo la cultural, ésto porque el rabo sé le altera. Me alejo de él, no soporto el olor y sigo en soledad con mis reflexiones, quiero ser sincero con ustedes, he pensado mucho en viajar, en recorrer Europa. ¡En vivir!
“La Cuaima”
Despierta cabeza e gallo, te la pasas pensando puro gamelote y vete ya pa el barrio el Guarataro, dónde la gorda Eloísa, nos va a presta plática, a ve sí comemos sabroso. Hemos comido más huevos, que sartén de rancho.
Fin del capítulo 2
Continuará