En caída libre
Tus largos besos eran puñaladas
que en cada caricia me atrapaban,
y eran esas insulsas trampas,
las palabras que fugaz me cautivaban.
Mi error fue cuando acepté quererte,
aún sabiendo que todo iba en caída,
pero eran más mis ganas de tenerte,
que me fui perdiendo en la misma caída.
Iba bajando en un abrir y cerrar de ojos,
me desarmaste con tanta hábil maestría,
que todo lo vivido acabo en despojos,
destrozando mi corazón a sangre fría.
Que arma de doble filo es saber amar,
y más a alguien que solo utiliza vil disfraz,
dándole el poder a tu verdugo de desarmar,
todo el amor que solo era un pesar falaz.
Nada sinceros y más bien traicioneros,
fueron siempre esos largos besos de fantasía,
que me engatusaban con plazos hechiceros,
sin saber que los mismos serían mi agonía.
En qué felón termino tu miserable cuento,
cuando después de la cópula se decía eterno,
terminaban siempre nuestros corazones felices,
sin saber que todas tus promesas eran actrices.
Como siento la caída libre mientras te veo arriba,
y pensar que solo soy una más de cientos,
me sabe que estos versos son mi despedida,
De toda esta afección que fueron tiempos.
