El Rey y el ateneo.De: Marco Antonio Fuguett Toro

Acto 1

En un reinado lejano, muy lejano. Un humilde vasallo esperaba a su soberano y lo hacía, cómo fiel sirviente que era, frente al imponente retrato de su real majestad, pero al rato y sintiéndose sólo, empezó a burlarse del mismo diciendo.

 – Y ahora ¿Qué? Enano extraterrestre, anormal con corona. Ya vas a ver, quien es el que manda en éste reino. ¡Yo personalmente te voy a enseñar!

En eso y sin previo aviso, entra sorpresivamente el rey a la sala y el vasallo, que era un experto jalamecate, al verlo pela los ojos. (Los abrió más que el conejo, que por un ratito fue la mujer de un burro) Arrodillansose con mucha energía, lleno de admiracion y respeto, ante aquel inmenso cuadro, exclamando eso sí a viva voz. Claro está, ésto con el objetivo de ser escuchado.

– ¡Oh Dios que me quieres tanto, cuida siempre a mi Rey, porque es un santo!

(El soberano lo observa le expresa)

– Vamos Rabis, su lealtad

Supera mí medida

(Y él le contesta)

– Qué más me queda majestad, si no lo hago

De un plumazo, me quitaís la vida.

El rey se sienta en su trono y después de estar cómodamente instalado indica.

– Quiero un sitio especial

Dónde la cultura tenga expresión

Pero antes os daré una orden Real

Ponedle coraje, fuerza y corazón.

– Lo que sea mi rey

Para mí todo es grato

– Entonces hallarás en mí reino

A todo aquel que sea pato

(Rabis arruga la frente y exclama)

– Un cua,cua, en nuestro reino

Imposible rey primero

– Te digo que sí los hay

Y viven de su trasero

– Pues del mío no será

Aunque me llame Rabis

Por allí ningún mortal

A metido su pipí.

(El Rey sé levanta enojado y grita)

– ¡Ya cállese, no sea inepto!

Para ése pato encontrar

¡Pato tú tendrás que ser!

Sí no te he de matar

– ¡Pato yo, su majestad!

Soy hombre dé pelo en pecho

– Sólo será por tres meses

Así que andareis derecho 

(El soberano se vuelve a sentar y sigue su diálogo)

– Un ateneo tendrás

La cultura será la excusa

Ahora té llamaras

¡La loca que come tusas!

– De cultura sé bastante

Para eso yo estudié

Y casi estoy seguro

De que empieza por “C”

– Al escucharte me aburro

Pero me siento mejor

¿Cómo sé verá un burro

Montado de director?

Fin del acto 1

“Acto 2”

El vasallo Rabis, va caminando rabioso, hacia la boutique de Fifi. Mientras lo hacía, hablaba en voz alta consigo mismo.

– ¡Maldito enano sarnoso!

Qué humillas mi cuerpecito

¿Cómo le pides a un macho,

Que cante cómo perico?

Algún día, algún día

Millonario yo seré

Ganaré la lotería

Y al mundo tendré a mis pies.

En aquel establecimiento, esperaban al vasallo, para su obligado entrenamiento.

– Buenos días señorito

Indica éste al entrar y un tipo muy peculiar, qué portaba unos pantalones bastante ajustaditos (Color fresita) Y una blusita muy pegadita, en la cuál sé podía leer, con gran claridad por cierto y en letras rosaditas: ¿A qué no me conoces? Le responde.

– ¡Bueno tas tú papasito!

Rabis se aleja de éste, quizás algo sorprendido por el extraño personaje y le aclara.

– Por favor joven, yo soy un hombre serio.

(Y el otro le contesta, muy afeminadamente, cuál diva de Holliwood)

– ¡Uy, un hombre serio!

Luego le pregunta, viéndolo con cierto morbo, mientras sé mordía los labios.

– ¿Tienes el pecho peludo?

(Éste, algo distraído responde) 

Bueno sí, algo (luego se da cuenta de su error y busca corregirlo) ¡Qué le pasa! Ya le expliqué que soy un tipo serio.

– ¿Y? Yo no quiero que me hagas reír, odio los payasos, además, sí vas a ser “Cua Cua” tienes que soltarte más ¿Entiendes?

“Acto 3”

Y en el suntuoso palacio, el Rey, cómo era su real costumbre, daba unas instrucciones a su fiel secretario.

– Yo decreto secretario

Lugar de cultura sea

Algo llamado ateneo

Para la gente algo vea

– Verá usted. ¡Oh gran señor!

Me disculpa lo sincero

¿Quién va a dirigir la cosa?

Una eminencia eso espero

– No tengo sabios aquí

Todos son burros ya vez

Pero nombraré a Rabis

Al que le hieden los pies

– Al que se creé poeta

Y de versos sabe poco

Pero para ese cargo va bien

Pues tiene cara de loco.

Fin del acto 3

“Acto 4”

Y en la boutique de Fifi. Rabis inicia su fuerte entrenamiento. (Una especie de Rocky, pero invertido)

Bien, hombre serio, repite conmigo.

   -Me gusta un pecho peludo

     Subir el palo encebao

    No importa que yo termine

    Con el rabito chorreao

Rabis se enoja ante aquella exigencia y expresa, con la dignidad del caído.

– ¡Qué! Yo no puedo decir eso

Y el instructor, moviendo sus manos con suma suavidad, cuál sí fuese delicada mariposa indica.

– Tu cargo se va volando, se va, se va

Y Rabis, ante aquella amenaza lo intenta.

– Me gusta el palo….

– No, no, vuelve a empezar

(Le pide Fifi y éste, lo intenta de nuevo)

– Me gusta un pecho peludo

Subir el palo encebao

No importa que yo termine

Con, con….

(El vasallo se detiene y Fifi le grita)

– ¡Con qué!

Y derrotado el pobre vasallo expresa.

– Con el rabito chorreao

Y el instructor Fifi, dando un pequeño brinquito le indica 

– ¡Ah! A mí también

Fin del acto 4

“Acto 5”

Rabis se presenta ante el Rey, pero ésta vez no se veía tan serio. Es más, parecía otra persona.

– Yo soy Rabis, gran señor

De Cervantes heredero.

De Quevedo soy la pluma

Y de un mariachi el plumero.

(El Rey arruga la cara y exclama)

– Del plumero Dios me aparte

Eso es cómo muy malo

A mí nunca me gustó

Beber jarabe de palo.

– Sepa usted que yo escribí

Una vez hace ya tiempo

Y hasta un premio me gané

(Allí se detiene y el Rey expresa)

– El del inepto más menso

– Para veros me bañé

Tenía tiempo en encierro

– Con razón oleis a burro

A cachicamo y a perro

– Un burro de director

Si ése es el problema

Ponedme ya en ese cargo

Y no hablemos más del tema

– La cultura algo encierra

Un aspecto muy bonito

Por ser bruto y chupa medias

Te quedas en el carguito

– Sea así noble señor

La cultura sea la excusa

Para ser lo que ahora soy

¡La loca que come tusas!

Fin del acto 5

“Acto 6”

Y en la prestigiosa boutique. Rabis sigue trabajando con Fifi.

– Rabis, tu entrenamiento será intensivo y lo he dividido por áreas.

-Tu dirás noble Fifi

No quiero perder mi empleo

No importa que todos digan

¡Qué bicho raro tan feo!

– El primer paso lo llamé: muévelo, muévelo, muévelo. Éste consta de:

1-Meneo de la colita frente al espejo

2-Masticar chicles con las nalgas al caminar.

3- Caperucita por el bosque, aquí tienes que caminar cantando “la, la, la”…. claro que, con la esperanza de que el lobo aparezca.

4- Mano en la cintura y meneo de colita, siéntete sabrosita mami. ¡Divina!

5- Caminar con la punta de los pies, pompis levantado, mirada dormida, colita alocada y mano suelta, suave, libre como mariposa.

Y- 6 Debes dar uso a éste plátano verde o a ésta gigantesca Yuca, ambos elementos, debidamente acondicionados para tal función.

(Rabis se sorprende ante lo expuesto por Fifi y pregunta inocentemente)

– ¿Debo hacer una ensalada?

(Éste se ríe ante aquella peculiar interrogante y le aclara)

– No tontito, ésto se utiliza en casos de emergencia, cuando tú chiquito se alborote y estés sólo, funciona cómo una especie de consolador vegetariano.

Fin del acto 6

“Acto 7”

Su real majestad, continúa hablando con su secretario.

– Yo necesito formar

Un grupo de viejos locos

Qué me revisen los libros

Aunque de eso sepan poco.

– Qué sean sordos y algo ciegos

(Acota el funcionario y el Rey le aclara)

– ¡Exacto! Muy servirles y pendejos

– Tengo al hombre que usted busca

Y hasta pensarlo me asusta.

– ¿De quién habla secretario, qué la mirada le brilla?

– Nada más y nada menos

Qué del profesor tortilla

– Esa momia que camina

Puede ser la solución

Dicen las malas lenguas

Qué hasta viajó con Colón

Fin del acto 7

“Acto 8”

Y el extraño entrenamiento, continúa en desarrollo.

– Rabis, lo que vamos a ver ahora, es cómo poner la voz tipo “Marilyn Monroe” Suavisa tu cuerpo, déjalo ir, ir, volar cómo mariposa y siéntete “la devoradora de hombres”

El pobre vasallo, seguía al pie de la letra las instrucciones de Fifi, pero no parecía mariposa, nada de eso, más bien se veía cómo un burro, intentando bailar ballet.

– Ahora pon las manos de seda, te exijo suavidad, suavidad, todo lo que pase por tus dedos, debe ser tratado con gracia y dulzura. ¡Muévete Rabis!

El vasallo caminaba como loca, por  toda la pequeña peluquería, cumpliendo al pie de la letra, las instrucciones dadas, lo hacía meneando desesperadamente el trasero; hasta un gas se le escapó, que hizo brincar a Fifi, iba el pobre hombre de un lado para otro, de aquí para allá y sin detenerse un sólo instante, eso sí, tocando todas las cosas con sumo tacto y mucha delicadeza, hasta que sin previo aviso el instructor le grita.

– Ahora¡Té llegó el período! Ponte el modes loca, que te manchas.

Fin del acto 8

“Acto 9”

El Rey, el secretario y el profesor tortilla, se reúnen.

– Usted si es viejo tortilla

Sinónimo eres de pasa

Cuando el señor creó a Adán

¡Tú le alquilaste la casa!


– Yo viejito ahora soy

Pero joven fui una vez

– Me imagino, cuando hicieron

Aquella arca a Noe

– Pero viejo cómo estoy

Siempre acabo varias veces

– Me imagino, me imagino

Con el rabo lleno de heces

– Pero yo soy profesor

Para eso yo estudié

– Licenciado en jaladeras

Post grado en papel toallet

– Imploro y beso sus pies

Tengo temblor, mucha hambre

– Caricatura de vida

Tas más flaco que un alambre

(Interviene el secretario y le expresa a su Rey)

– Qué dice su majestad

Le da ésta momia el trabajo

(Y éste responde)

– Dios ¿Cómo puede llegar, un ser humano tan bajo?

(Y el profesor le acota)

– Yo por salir de éste hoyo

Hasta de vieja me fajo.

Fin del acto 9

“Acto 10”

(Rabis sigue los pasos de Fifi)

– Ahora lo que viene, es el maquillaje perfecto. Decora tú rostro, esconde esos huecos. ¡Ay no sé, tapalos!

(El vasallo se maquilla cómo loca y el instructor, continúa con el complejo aprendizaje)

– Mi amor, sí algo quieres lograr

Ése bichote debes de guardar

Sí sales con ése bate

No habrá aguja que te ensarte

El punto que sigue ahora es vital, cuando veas un macho que te mueva el piso, qué haga brincar tu chiquito; deberás decirle, mordiendote con suavidad tus labios. ¡Para verte la pinga!

Cuando lo hagas debes de abrir sugestivamente la boca, ésto los vuelve locos y, deja caer un pañuelo al piso, eso nunca falla y por último mi amor bello, debes usar ropa pegadita, que se vea lo que tienes.

Fin del acto 10

“Acto 11”

“El Rey se reúne con su secretario”

– No quiero que mí ateneo

Ande de boca en boca

Por eso de director

He colocado a una loca

(Acota el secretario)

– Ignorante por demás

La cultura hoy se aloca.

¿Entré Rabis y Tortilla 

Cuál será el más idiota?

– No lo podría decir

El viejo es una eminencia

Lo que sabe lo estudió

Quizás por correspondencia

El otro es muy buena gente

De cultura sabe nada

Doctor en perros calientes

Con post grado en empanadas

– Anotado así quedó

Se cumple su orden Real

Rabis cómo director

Tortilla al editorial.

Fin del acto 11

“Acto 12”

Rabis termina su entrenamiento 

– Una buena loca, siempre busca chismes, chismes y más chismes, pero la prueba de fuego, será en el baño de hombres, sí no te sacan. ¡Ay que Rico!

El examen final es una pasantía nocturna por la avenida de las rosas, por dónde andarás cómo sútil mariposa. Claro que tienes que afiliarte al D D L P

(Extrañado el vasallo pregunta)

Y ¿Qué es eso?

– Es el departamento de locas perdidas. ¡Estás graduada bicha!

Rabis emocionado y dando un brinquito exclama

– ¡Ay qué rico!

Fin del acto 12

“Acto 13”

“El profesor tortilla, arrodillado ante el Rey”

– Sea pues decreto mio

Viejo arrugado y torcido

Qué té quedes con el cargo

Hasta que hayas podrido

Qué publiques lo que quieras

Sean felices tus amigos

Con tecnicismos baratos

Con Rabis cómo testigo.

– Qué feliz me hace usted

Al darme lo yo quiero

Si lo desea ahora mismo

Suelto aquí todo el plumero

(En ése instante entra Rabis, vestido como loca y dando brinquitos)

– Oh Rey, yo estaba perdido

Ahí está la cuestión

Un pargo tenía escondido

En mí pobre corazón.

– Tu rostro serio Rabis

Nunca fue un problemón

Yo sólo te di el camino

Ya tú eras maricon.

(Tortilla se dirige a Rabis)

– Yo sí puedo compañero

Sí acaso salto y me avispo

A su nalguita jugosa

Le daré pronto un pellizco

( Y este le contesta)

– Viejo verde ese bicho

Qué tú quieres levantar

Murió hace ya mucho tiempo

¿No lo quieres aceptar?

– Ese no es el punto ahora

El que deseo tocar

Seguro que nuestro Rey

Ahora nos quiere hablar.

– Me imagino que los dos

Me deberán adular

Rabis has como Tortilla

Te tienes que arrodillar

 (Los dos quedan de rodillas ante su magestad y este expresa)

– Por la cultura y por mí

Por mi poder y dinero

Ustedes dos par de gafos

Me besaran el trasero.

Fin….

Sacven. 2708

Marco Antonio Fuguett Toro.


 

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