El que escribe – Capítulo 2

Capítulo 2: El personaje de la musa

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Desconcertado por aquello que había sucedido pasó noches que no podía dormir a gusto, pensando en sus palabras tan profundas como verídicas, no sabía exactamente a qué se refería con ello, “¿Será que debo cambiar algo en mi actitud?, o … ¿simplemente dejar de escribir?, Todo esto me está volviendo loco!!”.

Una noche, mientras escribía en su máquina de escribir, un personaje salió de su imaginación y se presentó ante él. Era una mujer hermosa y misteriosa, con ojos profundos y una sonrisa enigmática. El escritor quedó cautivado por ella y, sin saber cómo, se encontró inmerso en una historia llena de pasión y deseo.

A medida que escribía, se dio cuenta de que no estaba solo. La mujer misteriosa se había convertido en su musa y lo guiaba a través de su escritura. Juntos, crearon una historia intensa y emocional, llena de giros y sorpresas.

Pero cuando Axel despertó de su trance literario, se dio cuenta de que la mujer había desaparecido. Sin embargo, sabía que ella seguiría siendo su musa, su inspiración para continuar escribiendo y escapar de su realidad.

Así, el escritor noctámbulo continuó escribiendo en las noches solitarias, explorando mundos imaginarios y creando historias emocionantes. Y aunque su depresión no desapareció, encontró un escape en su escritura, una forma de enfrentar sus demonios y encontrar la felicidad en su propia creatividad.

Una noche, mientras Axel estaba en lo más profundo de su escritura, escuchó un ruido extraño en su habitación. Levantó la vista y vio a la mujer misteriosa, la misma que le había inspirado su última historia. Pero algo había cambiado. Su rostro ya no era enigmático, ahora mostraba un gesto de preocupación.

“¿Qué sucede?” – Preguntó Axel.

“No puedo quedarme mucho tiempo, Axel” – Dijo la mujer con voz apresurada.

“Hay algo que debes saber” – Replicó.

Axel se puso de pie y se acercó a ella. “¿Qué es?”, preguntó con curiosidad.

La mujer tomó su mano con fuerza y lo miró directamente a los ojos. “Tu escritura ha atraído la atención de alguien peligroso”, dijo en voz baja. “Alguien que no quiere que continúes escribiendo”.

Axel sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. “¿Quién es? ¿Qué quieren de mí?”, preguntó con ansiedad.

“No lo sé exactamente”, dijo la mujer. “Pero debes tener cuidado, Axel. Mantén tus ojos abiertos y no confíes en nadie”.

Y con esas palabras, la mujer desapareció ante los ojos de Axel, dejándolo con una sensación de desconcierto y temor. Desde ese momento, Axel se mantuvo alerta y vigilante, temiendo que algo terrible pudiera sucederle. Pero a pesar de sus esfuerzos, no pudo encontrar pistas sobre quién estaba detrás de la advertencia de la mujer misteriosa.

La ansiedad y el temor comenzaron a afectar su escritura, y Axel luchó por encontrar la inspiración que había perdido. Pero a pesar de sus esfuerzos, no pudo evitar sentirse atrapado en una trama sin desenlace, donde el peligro acechaba a cada paso que daba y la depresión cada vez lo consumía más.

Pero, mientras escribía una noche más, él se dio cuenta de algo extraño. Algo estaba cambiando en sus historias, como si alguien más las estuviera escribiendo. Los personajes tenían vida propia y parecían escaparse de su control. Incluso, en ocasiones, los finales de las historias se daban sin que él los hubiera previsto.

Al principio, pensó que era solo su imaginación jugando trucos, pero cuando una de sus historias fue publicada sin su consentimiento y con un final que él no había escrito, comenzó a preocuparse. ¿Quién estaba escribiendo estas historias? ¿Cómo habían logrado publicarla sin su autorización? Desesperado por encontrar respuestas, el escritor comenzó a investigar. Pero cuanto más profundizaba, más confundido se sentía. Llegó inclusive a pensar que su musa misteriosa no era solo una creación de su mente, sino algo más.

Tal vez, alguien que había estado observándolo desde las sombras y ahora estaba tomando control de su obra. El escritor se dio cuenta de que estaba en peligro. Alguien quería robar su identidad como escritor y apropiarse de su éxito. Pero no sabía quién era ni cómo detenerlo. Y así, la incertidumbre lo envolvió en una nube de misterio que parecía no tener fin. ¿Logrará el escritor descubrir quién está detrás de esta extraña situación? ¿Será capaz de proteger su creatividad y su identidad como escritor?

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