El nuevo
El día de hoy comenzaba con mi primer trabajo, luego de años de estar rogando por uno al fin obtuve una buena oportunidad, pensaba en jactarme en mi pequeño departamento en cuanto volviera y con ansias de continuar con una buena comida que esta vez sí me llenara caminé perdido por los largos pasillos del lugar. En otras ocasiones pasé un máximo de un año de trabajo, desde luego no era perezoso sino que la suerte simplemente no me acompañaba, pero entonces te vi, mi alma de dio un vuelco en cuanto noté tus rizados cabellos balancearse sobre aquella morena piel como el azúcar, brillosa y radiante, dulce y suave se notaba tan solo a lo lejos, me quedé estático de solo verte y aguanté la respiración indigno de robarte valioso oxígeno, tus labios rosas me saludan cortésmente mientras mi corazón palpita fuertemente, tus ojos negros me miran por unos segundos; un tesoro que siempre recodaré en mis pupilas mientras pasas de largo por el pasillo hasta verte ingresar de nuevo a otro salón. Comienzo a respirar entrecortadamente por algo de aire y en eso huelo un aroma dulce y suave, casi imperceptible para otros, pero para mí es como la mismísima ambrosía, el resto de mi jornada laboral pienso en ti como un adolescente a su primer amor, ansío volver a verte y me resigno a la idea de que no volverá a suceder con el pasar de las horas, mi mente se debate entre dejar todo para buscarte o continuar viviendo sin ti, de pronto soy llamado a mi primera reunión de docentes, llegas de nuevo al salón y tomas asiento a mi lado. Llevo buscándote desde entonces, aquel día conseguiste escapar luego de la masacre que generé ¿qué más podía hacer? querían alargar la reunión y no podía soportar más el no hacerte mía, pero descuida, en este momento te estoy admirando desde la ventana, eres tan linda, mientras lees este post ¿creíste que dejaría escapar a lo que dió sentido a mi vida de nuevo?
Respuestas