El mercadeo de las noticias

Qué te importa que un lunático haya entrado en la casa de Nancy Pelosi, la vocera de la Cámara de Representantes del congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, si vives en una “ciudad” de un país latinoamericano, donde los servicios públicos son un privilegio del que pocos disfrutan? 

Traigo a colación esta reflexión no porque tenga nada en contra de la señora Pelosi, sino porque sorpresivamente en un espacio informativo de uno de los pocos canales de televisión locales que quedan en funcionamiento en mi país, ese país latinoamericano, me encuentro la otra noche con que esa era la “noticia” de apertura de ese “noticiero”. 

No puedo dejar de preguntarme qué significado tienen entonces ahora las palabras noticia, informativo, noticiario, entre otras. Dónde quedaron todos aquellos factores que se tomaban en cuenta acerca de la relevancia de la información, la cercanía con la audiencia, la preminencia de los actores de la noticia?

En ese caso no podemos tampoco argumentar que los medios digitales han cambiado el concepto del periodismo, porque en esta oportunidad nos estamos refiriendo a un noticiario de televisión en formato tradicional.

Pero me pregunto qué sentido tiene ese espacio informativo lleno de noticias “enlatadas” que se refieren a hechos que ocurren en otros lugares, y que en nada afectan a la audiencia que va a ver ese espacio. Quién decide hacer eso y para qué? Dónde están los editores de ese espacio informativo? Qué criterio los orienta?

En principio, creo que el de un total desprecio por la audiencia. Justo al contrario de lo que tan bien saben hacer los profesionales del mercadeo  que es definir a su cliente objetivo, y ponerse en sus zapatos, y pensar qué es lo que esa persona quiere, para luego apuntarle justo a donde debe ser para que compre el producto que tú estás vendiendo, a los productores de espacios como esto parece no importarles en absoluto quién es su audiencia y el derecho y la necesidad que tienen de estar informados de los hechos relevantes que ocurren en su entorno inmediato y que afectan sus vidas. 

Ahora que todo es mercadeo digital, apliquemos los principios de esa disciplina y rescatemos el periodismo. Pensemos en nuestra audiencia y sus derechos y vendamos información bien sustentada que tenga relación con su entorno físico real y que contribuya con el ejercicio de la ciudadanía. 

(Foto de Markus Winkler en Unsplash)