El fin de la narración


La luciérnaga es más sabia que el ser humano. Ella brilla y da luz visible. El ser humano debe oscurecerse y hablarse bien a sí mismo para poder mostrar luz en sus actitudes, palabras y gestos. En su dar amor.
Como no somos como las luciérnagas necesitamos demostrar. Nosotros necesitamos comunicar y narrar, las luciérnagas no. Son las verdaderas reinas de la Tierra.
Me gustó la analagio sobre el brillo de la Luciérnaga y el despertar conciente del ser humano