El demonio y el varón 

Un hombre de 1.80 cm con una cabellera de un negro intenso, vestimenta formal comúnmente, carácter fuerte y despota. Su manera de ver la vida a modo rebelde, no le importa nada, cree tener poder y control sobre todas las cosas.

Como cualquier persona, siente un cariño inmenso por su familia y para ser preciso, su punto más débil. ¿Quién no siente miedo de perder lo que más ama?. Aunque su arrogancia ni siquiera le permite imaginar una vida sin ellas. Su egoísmo sólo les ofrecía objetos materiales, lujos, en su indiferencia jamás les compartió amor y tiempo, cosas que ni con todo el oro se compran.

Hasta que un día una llamada, exactamente a las 11:03 de la noche, cambió su rumbo, un giro inesperado de 360 grados, una llamada inesperada de la policía, le informaban que su familia fué asesinada por un grupo terrorista, su esposa y sus dos pequeñas hijas víctimas de una tragedia. Además una noche que lo marcará por toda su vida, le anunciaba la llegada del demonio que lo atormentará. Los sentimientos de culpa, enojo e infelicidad, le mostraban lo egoísta y miserable que siempre ha sido.

¿Destino? ¿Karma? ¿Resultado de sus acciones? como lo quieran llamar, ya no hay salvación para lo sucedido, solo arrastrar el arrepentimiento y la culpa.

En la lucha para librarse de esta carga, constantemente se preguntaba ¿Dios es justo? ¿Fué Dios? ¿Los hombres son malos por naturaleza?, cualquier cosa que intentaba, solo le mostraba una escena donde estaba de espalda y al reaccionar era demasiado tarde, un bucle infernal sin fin que se repite día y noche, la culpa lo perseguía a donde iba.

Llegó el día que el demonio se le presentó de frente, el hombre que trataba de mil maneras retratarlo, busca distintas formas, desde el diablo con cuernos, un tridente y una larga cola , hasta una chica rubia con el cabello rizado (La rechazó antes de casarse con su esposa). Terminó eligiendo a un joven de unos veinte y algo de edad, ropa negra, una sonrisa irónica y unos ojos resaltantes de cazador. Esto ocurrió luego de renunciar al trabajo y emprender un viaje a una playa para olvidar sus penas.

Mientras observaba el atardecer más lindo de su vida y solo imaginaba compartirlo con su familia, sufría pero intentaba creer que el dolor tendría un final. Pasado un rato, siente un frio que le acaricia la silueta, y empezó a oír una voz simpática y al parecer amistosa, le dice que al parecer era muy tarde para el arrepentimiento, y le dice que no estaba solo, que todo lo que le pasó tenía un sentido, que el destino de todos está escrito. La tragedia siempre aparece y nada de lo que hagamos cambia el mal que nos espera. El bien no existe, la virtud es otra cara del terror, repitió la voz. Cuando el humano lo acepta, se da cuenta que este mundo no es otra cosa que una broma de Dios. 

Luego el demonio empezó a mostrarle las personas a su alrededor, en la hermosa playa. Ese padre que ayuda a sus hijos a construir un castillo de arena y ríen, le gustaría tener una aventura con su secretaria, pero teme a la reacción de su señora. A la mujer le gustaría ser independiente y trabajar, pero le aterrorizaba la reacción de su esposo. El muchacho fitness que entrena cada día, teme a no cumplir las expectativas de sus padres. La linda pareja con sonrisa en sus simpáticas caras y cargando con el temor a volverse indiferentes, aburridos o viejos. El hombre del Yate que saluda a todos siente miedo de perder su dinero de un día para el otro.

Terror y miedo en todas las personas que estaban en la playa, en aquel hermoso atardecer. Terror a la oscuridad, terror a los demonios, terror al juicio de Dios, terror de arriesgar y perder, terror de ganar y tener que vivir con la envidia de otros, terror de amar y no ser correspondido, de ser rechazado, de morir, de no ser notado por los demás.

Terror, terror, terror: la vida es una dictadura de terror, como la sombra de la horca. Espero esto te tranquilice, dijo la voz. Todos sienten temor, no estás solo, la única ventaja es que ya pasaste por lo más difícil y lo peor, lo que más temías ya se ha vuelto una realidad. No tienes nada que perder, las otras personas, en cambio, conviven con la proximidad del terror, algunos más conscientes, otros lo intentan ignorar, pero todos saben que existe y que al final los atrapará.

Seguidamente el hombre que se encontraba asombrado por lo había escuchado, le dice:

Aún así te equivocas, todos nacen sin miedo, lo descubren mediante las situaciones que les toca vivir. No hay nada que este escrito, es un engaño tuyo, te olvidaste del libre albedrío, pero es la forma tuya de que no se te escape nadie, al igual de los que usan la suerte para desmeritar a los que se esfuerzan y trabajan por algo. Nunca pensé en esto, el miedo lo sentiste tú, toda una vida persiguiéndome y nunca tuviste éxito, esperaste hasta lo último para poder vencerme. Y todos esos que señalaste, el padre, solo siente deseo, pero su amor y respeto es más grande por eso no lo hace, el muchacho le gusta, solo que la presión lo hace sentir mal. El hombre del yate es un blanqueador de dinero, sabe lo que hizo y quiere sentirse carismático, antes de que la policía lo descubra. Todos y cada uno responsable de sus acciones, el humano es el ser más corrompible, se deja llevar por sus impulsos, si algo los tienta, terminan por caer en ella. Y tienes razón, todos estamos dispuestos a hacer el mal, solo depende de las condiciones. Pero no es una naturaleza. Solo los humanos tenemos la capacidad de alterar nuestro comportamiento para bien o mal, pocos lo usan, prefieren ser controlados por sus mentes y seguir una rutina constantemente.

El miedo no es más que el resultado de nuestros fracasos y tropiezos, aprovechas los momentos débiles para poder dominar a las personas y que se auto castigan mediante su culpa, repitió el hombre, que terminaba la conversación con lágrimas en los ojos.

Esta pequeña historia deja como reflexión que debemos disfrutar de las personas, vivir los pequeños momentos que al final valdrán más. No esperes tanto para demostrar que amás y quieres a tus allegados. Las tragedias a veces llegan inesperadamente para arrebatarnos cosas queridas y no podremos hacer nada para recuperarlas.
A veces los seres humanos necesitan de lo peor que hay en él, para alcanzar lo mejor que existe en él. No te dejes dominar por esa voz que te atormenta en ocasiones y te dice que no puedes, eres más fuerte que eso. Los demonios no necesitan tiempo para causar estragos, igual que las catástrofes, los huracanes y los terremotos que, en pocas horas consiguen destruir árboles y edificios que fueron puestos ahí hace mucho tiempo.

«Soul»