Desbloqueo creativo.

Quería escribir y me llegó el bloqueo, quiero contar que hice con ese bloque que me estaba saboteando mi trabajo, espero que también ayude a otras personas….

El ladrillo de tanto sol y lluvia empezó a desvanecerse con suavidad, y soñaba que se deslizaba por el poniente y por el naciente, pensaba en su corazón que se estiraba de norte a sur, y que iba cambiando lentamente tomando forma, larga pero espesa, se reedificó a si mismo, y se incorporaba al viento; el mismo viento que traía en su despliegue polvillo, hojas molidas, livianas semillas que giraban con su danza, y caían en su humedad.

El ladrillo se hizo preguntas, se enarboló, se emulsionó, y empezó a convulsionar, en un gran delirio por huir de su realidad, saludó a las gotas que hacían coronas al caer, dónde abandonado reposaba en un solar.

Se imagina que alguien parado en estilo vertical, enojado que le guste el orden, lo recogía y

lo colocaba en un sitio junto a otros, que reunidos estaban apilados, iguales como el.

Esperaba sin prisa, esperaba, acostado sobre la tierra seca, que lo retenía y lo abrazaba engreída, y se sentía segura que su situación no cambiaría; si llueve se moja, si lo patean lo rompen, si se lo roban, tendrá que ayudar como picaporte, y alguna puerta deberá sostener.

Quizás se sonroje cuando descubra al sol, que lo mira asombrado, calentando sus poros, abriéndolos aún más, y luego la lluvia se deslizara llenando sus grietas, sedientas y viejas, denunciando el maltrato que el destino le enseñó…” si no te mueves pronto te devorará”

Pero el sabe bien, que es una ilusa utopía, es idealismo creer en el viento y en sus mensajeros muy susurradores,

que con sus noticias recorrerán la sala y llegarán hasta aquella del taller, dónde construían con sus amigos que en lotes llegaron juntos frescos lozanos del horno recién sacados.

Y el que pensaba que iba a ser el primero en salir de la pila que vino para trabajar,

y formar la fila en ese muro soñado…y que después sería parte, de cuatro paredes que sostendrían las ternuras, el calor de unas vidas que allí vivirían, y que muchos decían que lo llaman hogar.

Todo lo que viene, erguido, y muy sólido el lo vé, entrará la noche, la luna con pena, y le pedirá que vea quienes han llegado, las estrellas celestes, con brillo él las contempla que sin que él les diga, quisieron venir.

El ladrillo esta desmayado;

y se cayó de forma muy particular, resbaló un día por una pelota que rebotó sobre el pecho de su formado orden, y lo sacó del sitio; donde compartía su momento de espera que le serviría a ese gris concreto melozo que lo necesitaba, para sostener y emprender el sueño de ser parte de algo que se quería levantar, dentro de esas paredes de la vida que sostienen sueños que tienen techos, que detienen vientos helados, y que dan cobijo cuando muchos escalofríos llegan muy apresurados.

Regresaba de su delirio y se contemplaba…

Sigo aquí en el suelo, tirado y sintiendo la indiferencia humana, que desfila frente a mi impotente silencio, ellos pensaran que soy duro, raso, y callado, que no se conversar o simplemente que aquí no hay nadie, y como no mantienen mucho el orden, el hecho de que yo esté atravesado no significa nada, es normal, pero a mí sí me gusta ser ordenado, ser apilado junto a mis iguales, sentir que tengo una asignación, que fui creado para algo; eso de estar tirado, en el medio del patio llevando sol y lluvia, con algún grupo de exploradoras hormigas encontrando en mi una residencia de lujo, no, no es lo mío.

Me pesa mi propio barro, porque no hay nada peor que estar expuesto para ser ignorado por eso prefiero estar confundido con mi grupo, dónde todos nos vemos igualitos, y me ahorro este sufrimiento, si eres ignorado pues lo eres, pero si eres observado es peor, porque te de detallan para notar algún poro roto, o algo imperfecto que no se debe repetir.

Si así es…si he sido imperfecto no me debo repetir, debería ser lozano, lisito, sin grietas, brillante, a lo mejor si fuera así, me tomarían en cuenta y me colocarían en otra parte, más acorde a mi nivel.

!Pero qué calor está haciendo, el sol está muy fuerte!

Me acordé cuando estuve en el horno a más de mil grados.

De que calor estamos hablando, todos nosotros lo que llegamos aquí, estuvimos en ese horno, y cambiamos la tez, salimos calientes, bronceados, firmes y listos para trabajar en fila.

Y me vine yo a caer en este patio, ya llevo casi un mes, ni siquiera me apartan con un pie, señores, alguien se puede tropezar, y se puede caer, no se les ocurre por el simple hecho de que no me miran.

Ni se han dado cuenta que me caí y que estoy estorbandole a todos.

Quisiera moverme así fuera de lado a lado, me gustaría empujarme yo mismo, pero no tengo ninguna extremidad que me ayude, recto, rígido, pesado, solo en mi imaginación.

El otro día había un niño y abrió la puerta, dejó entrar una brisa fresca y pude ver el jardín floreado, y me imaginé que podía ponerme primero en forma vertical, después que movía mis ángulos rectos inferiores, un poquito la derecha, un poquito la izquierda, y así, poco a poco, llegué a la puerta, después me quedé allí mientras la puerta estaba abierta, solo con mi imaginación, veía la calle, el bamboleo de las flores, la banda de pericos me hundió en algo de envidia, porque quién pudiera volar así, y gritar como cotorrean las aves…la puerta cerró de un golpe y también mi delirante momento, seguía tirado, abandonado, y medio ladeado, en este espacio que me tocó conocer.

Me tocó conocer este suelo, me tocó conocer que se siente estar sin ninguna función en la vida, saber lo que significa no pertenecer a algo, me tocó conocer a otros con distintos intereses, me tocó conocer que no todos tenemos aquello que llama la atención y que no todos tenemos el mismo valor.

Me tocó saber que ser muy rígido no tiene ninguna ventaja, he tratado de expandirme, de crecer desde mi interior, pero en este medio, dónde no importa si la pared se les viene encima y no importa nada, ser ladrillo es difícil para mí, y lo es para cualquiera de nosotros…

Por nuestra forma de ser.Dd