Cómo ser más valiente
Muchas personas a lo largo de la vida, logran desprenderse de los patrones que traen de pequeños, entonces es que comienza el verdadero recorrido del desarrollo moral, psicológica y personal. En este artículo te propongo 10 consejos para ser más valiente.
Si has llegado hasta aquí es que estás dispuesto a dar ese cambio en tu vida que la mayoría jamás dará. Para ello es necesario arrancar la causa de raíz, porque créeme, si le has dado a este artículo es porque valor te sobra. También debes aceptar que el cambio no será de hoy para mañana, y que cambiar una forma de ser que traemos de pequeños no siempre resulta tan fácil.
#1. IDENTIFICAR LA CAUSA
Para muchos la falta de valor puede venir de alguna experiencia en la infancia o la forma en que nos educaron. La mayoría suele, no solo traer patrones de generaciones anteriores, sino también que de jóvenes nos refugiamos en la familia, su prestigio y protección para todo; o incluso hasta llegar a ser sobreprotegido. En este caso lo que se recomienda es independizarse de la familia o darse cuenta que es usted quien debe amparar a los suyos, y no ellos a usted.
De cualquier forma, identificar la causa es lo fundamental, para luego hacer un plan de acciones (que puede ser ayudado por un especialista) para la superación de esta situación.
#2 RELAJATE Y DEJA DE MAQUINAR LO QUE VA A PASAR
La causa más natural de la falta de valor es que pensamos excesivamente en las consecuencias de las acciones y la reacción de los demás. No quiero que se me mal interprete, tampoco es que valles por el mundo ofendiendo o maltratando personas, por el contrario, que hagas respetar tu pedacito y pienses más en ti, en tus intereses.
Trata de relajarte y no estés pensando tanto en lo que va a pasar, si pasa ya veremos que hacemos, pero en ese momento y no desde ahora. Pero la mayoría de las cosas que nos asustan nunca suceden y no vale la pena dedicarle demasiado tiempo o interés.
#3 JUNTATE CON PERSONAS VALIENTES
Estoy seguro que conoces personas que admiras por su valor ante determinada situación de la vida. Te recomiendo que trates de rodearte de estas personas. Superarás la timidez y ganarás en carácter, dos puntos claves a tener en cuenta.
#4 ENTRENA UN DEPORTE
Cualquier deporte te ayudará a generar las proteínas que necesita el cuerpo y la mente para ganar en valor. Sea cual sea el deporte que practiques, será el punto más importante para esta superación, dado que es algo que ya no depende del carácter en sí, sino del cuerpo. Además entrenar deportes de combate o simplemente practicar ejercicios te dará más seguridad a ti mismo.
#5 RECUERDA LOS MOMENTOS EN QUE FUISTE VALIENTE
Pero te advierto, no lo explotes mucho dado que te podría conducir a problemas indeseables.
#6 DALE EL FRENTE A LA VIDA
Gana en carácter y da el frente a toda la situación, no la bordees por las esquina. Afronta a las personas si es necesario, responde las llamadas te sientas como te sientas. Si solo lo haces cuando te sientes bien, pues serás valiente solo algunos pedazos de tu vida. Si por el contrario si lo haces siempre, te obligaras a sentirte bien todo el tiempo. Es parte de la proactividad.
#7 MIRA VIDEOS MOTIVACIONALES
Mira videos motivacionales y busca ídolos.
#8 LA FE
La fe en Dios y la oración te pueden ayudar mucho, si crees en alguna religión puedes apoyarte en la fe.
#9 PIENSA EN LO QUE REPRESENTAS
Recuerda que hay personas que debes defender y que creen en ti, tu familia, tus hijos, etc. o si no, piensa que un día los tendrás y que desde ahora comienza la preparación para ser digno de ello.
#10 VISUALÍZATE
Mírate a ti mismo como un apersona valiente, decidida y en general cómo quieres ser. Visualízalo, créelo, y a cada segundo tenlo presente hasta que así sea. Desde hace años los demás te ven como un león y están preocupados por tu potencial. Eras tú quien te empeñabas en creer que no era así.
Por último déjame decirte que ser valiente no es ir por la vida buscando problemas, no es no sentir miedo, no es no preocuparse. Ser valiente es, en armonía con el resto del mundo, defender tu pedazo sin pensar, afrontar las pruebas como un nuevo reto y actuar en lo que depende de nosotros sabiendo que dimos lo mejor a cada segundo.
