Clase Magistral.
La situación es esta; voy a esperar a que aparezca de nuevo el jorobado, y lo seguiré para encontrar una posible orientación de mi ubicación en este y que “hotel”, pero no ha dado señales de nada; parece que no le importa dejar la puerta abierta, y me pregunto si está allí todavía,o se abra ido por un pasadizo secreto; ¿porque se tardará?, o puede ser que esté dormido, pero es muy tarde para estar durmiendo siesta, una siesta no es tan larga, para el tipo de trabajo que tiene.
En medio de la luz veo a un hombre, vestido con una toga como para graduados; ¡que extraño!, ¿Una toga?…
y tiene un aspecto como de enfermo y nervioso,voy a salir a preguntarle…
—¡Buenas tardes!
—¡Buenas tardes!, ¿Usted está hospedado en esta residencia?
—¡No, pero tengo que apurarme, porque ya va a comenzar el acto!
—¿Hay un acto de graduación?…
—¡Si voy hacia allá!. Voy a recibir el grado de doctor en medicina, cirugía traumatologica!
—¡Ah…¿Puedo ir con usted?…
—¡Si, por supuesto, es en el piso de abajo, allí queda el auditorium!
Ahora me suena a algo más normal.
El seguía caminando, e iba hablándo, que estaba llegando tarde, que el acto ya va a empezar, bajamos las escaleras, y caminamos hasta el final del pasillo, y cruzó a la derecha, y efectivamente, había una celebración, de un acto académico…¡Me pareció increíble!…¡Gente, sentada, parada, charlando!, y para mí asombro, el jorobado siniestro; Bartolo; estaba atendiendo a las personas.
El señor me dejó atrás y se fue para su fila, dónde estaban todos los que estaban por recibir el título.
—¡Con permiso!
Me abrí paso entre las personas, y me alise la blusa, porque en realidad estaba muy mal presentada para la ocasión, y decidí hablar con alguno de los presentes.
—¡Buenas tardes! Me quiero presentar, —alzó la mano derecha para apretar a la señora que me está oyendo—…me llamo Juliana Morris, y estoy perdida, mi habitación es la número… y salí, ahora no se dónde queda, lo otro que me gustaría saber es donde estará la salida, ¿por dónde entro usted?…
—¡A mí me trajo una amiga que está sentada en aquella fila, es docente de cirujanos, y si ella no me trae nunca daría con la entrada, esto es muy enredado, por eso a nadie le gusta quedarse aquí,por ese problema!…Siéntese porque ya va a comenzar el acto…
—¡Oiga, sucede, que me quiero ir, estoy cansada,tengo mucha hambre y tengo que buscar la manera trabajar, para pagar la deuda!
—¡En un momento vamos a degustar unos entremeses, y unos cafés, a lo mejor la dejan quedar! ¡Ah!…¡También puede hablar con el señor Bartolo, el está en este momento atendiendo a los que van llegando!…¿Ya lo vio?…es aquel, que está allá…
—¡Si, si, ya lo ví!
—¡Bueno mucha gracias!…
Bartolo levanta la cara y la ve, luego se ríe y sigue haciendo lo que está haciendo en ese salón de espectáculos.
Traté de hablar con varias personas, pero parecían ajenas, muy desprendidas, y como si no estuvieran muy interesadas en lo que realmente me ocurría.
Sentí que sinceramente, estaba perdiendo mi tiempo, no puede ser que pase otra noche en esa residencia fantasmagórica y sin comer nada.
Ya a este nivel, tengo ganas de ponerme a llorar, esto es inaudito lo que me está pasando; lo que voy hacer es seguir aquí hasta que termine ese acto y seguir a la gente, hasta la luego me monto en un carro, y adiós, que deuda ni que deuda.
Busque asiento para escuchar la clase magistral…
Este acto si que es extraño, la clase magistral, es sobre operaciones, y cirugías…¡¡¡Pero, pero… que espanto… que horror!!!…que es aquello que traen…¡es una camilla!…¡un cadáver para dar explicaciones!…¡Pero que mundo es este, por Dios!…
Ahora le quitaron la manta al cadáver, ¿Pero que clase magistral es esta?…
Ay, no, el medico está manipulando un cuchillo pequeño con motosierra, se escucha el ruido… y están mutilando sus partes, ¡y mostrandolas al público!…
No puedo seguir,—me tapo los ojos,no puedo ver mas— ¡Aquí, todo es inaudito!, quien dijo que hay que ser tan explícito en una clase de medicina, y están todos muy absortos y atentos.
El médico va a hablar…
—¡Señoras y señores, gente de la medicina, nuestra residencia ha sido un éxito, mucha gente viene, gente trabajadora, pero hay otros que caen por casualidad, pero nos han colaborado, como este ser, que llegó aquí nadie lo reclamó después que murió accidentalmente, pero nos ha colaborado, hoy con sus partes, ha aportado con su cuerpo, a nuestro progreso científico, señores, démosle un aplauso, a este ser, que nadie quizo en este mundo, pero que la ciencia si apreció, en toda su plenitud…(Aplausos)..
Ahora, que queda para mí, es muy probable, que maten, y después me pongan al servicio de su ciencia, ahora entiendo todo,he caído como una grandísima tonta, ¿Cómo me pasó esto?… pero hoy me escapó…no yo me voy…me voy…me voy…
¡Y hoy mismo!…
—¿La está pasando bien?
—¡Usted!…—era Bartolo,— Si, la estoy pasando muy bien, es una clase muy lustrosa, a lo mejor, terminó graduandome de traumatólogo.
—¡Si quiere mi ayuda!, este es el momento de decidirse.
—¿Por dónde salió usted?…
—¡No sé, usted no me vió, no tengo idea de cuando pasó, pero salí!
—¡No tolero esa clase magistral, pero voy a esperar, un amigo me dijo que me quedara para la comida!
—¡Recuerde algo, de aquí no puede irse sin pagar!… tiene que pasar los ocho días, que me imagino fue lo que firmó en el contrato.
—¡Pero como voy a pagar, si no estoy trabajando!
—¡Pero podemos negociar!
—¡Necesito hablar con el señor Otelo!
—¡El no viene todavía!
Tenía que desaserme de Bartolo,para poderme escapar, y me esperaré a que todo termine.
—¡Lo buscaré después que termine el evento,para escuchar sus propuestas,por los momentos, me quedaré!
—¡Está bien, como quieras!
Recomendar0 recomendaciones