Capitulo 6La Graduación.

¿Cómo podría no ilusionarme con una situación de esas? Si en verdad Dalia se estaba volviendo un amor ¡Imposible y muy cercano a la vez! En el momento que ¿Quizás? Duro un aproximado de 10 segundos, ¡Fueron los 10 segundos más hermosos y maravillosos de mi vida en ese momento!

Quisiera decir que fue el beso más hermoso que ¡Jamás recibí de alguien en la vida! La verdad es que ¡No podré olvidar su primer beso! Fue el beso que marco el resto del camino a su lado y del cual deseaba que se repitiera una vez más, pero en repetidas situaciones para crear ese lazo más cercano entre los dos.

¡No pensé en nada más que en ella durante horas y días hasta el día que me encontré con la oportunidad de volver a encontrarla en el camino! Puesto que después de besarme y sin decir más nada, se retiró con una sonrisa en su rostro, del cual tampoco podría borrar de mi cabeza.

Al percatarme que la madre de Dalia se encontraba en la puerta esperándola, ¡Uf! experimente una vergüenza extrema, debido a que me imagine que de pronto ella podría decirle algo al respecto o que me llegara a reprochar algo la señora a Dalia por el beso que observo que me entrego segundos antes, pero para disimular la vergüenza por un instante, levante mi mano para saludar a la señora, ¡A lo que ella de igual forma me saludo! Ahí sentí mayor alivio al respecto al ver y sentir que la señora no se veía enfadada por la situación.

¡Hasta entonces aborde el auto más tranquilo y directo a casa en donde nuevamente me estaba esperando mi padre, que por lo regular no le agradaba la idea que me presentara pasadas de las 9 de la noche, pero la verdad es que el tiempo volaba cuando estaba a lado de Dalia ¡Era eso precisamente lo que me preocupaba estando a su lado! ¡El tiempo con el cual no contaba para seguir pensando que decisión tomar el día después de la graduación! El tiempo apremiaba y debía tomar una seria decisión al respecto, pero a Dalia no la volví a ver, sino hasta el mismo día de la graduación. El día en que debíamos hablar, no importaba el lugar y el momento; ya que ella también me había dado ese día para darme la respuesta sobre si ¡Podríamos llevar una relación o no! Algo que sentía que en un cincuenta por ciento de la situación tenia seguro un ¡Sí! Por respuesta ¡Sin embargo cualquier cosa podría suceder y no deseaba irme tan lejos dejándola ahí con la esperanza de un día volver a conquistarla al costo que este significara!

¡Quería y deseaba anunciar a los cuatro vientos! Que ella era mi amor sin fin, pero supongo que las circunstancias no siempre pueden ser las mejores o las que uno puede esperar de alguien en específico.

Llegado el día de la graduación y con todo el colegio ocupado, no había lugar para alguien más en la sala de graduación ¡No la veía por ninguna parte! Estábamos próximos a recibir nuestros méritos del año y por haber cumplido nuestra meta de ser el salón de clases que más altos porcentajes de puntuaciones conseguimos de los más de cien graduandos de ese día ¡Lamentablemente Dalia no figuraba entre los más calificados del año, sin embargo, logro un reconocimiento por haber sido aplicada durante los años anteriores! Al momento que mencionaron su nombre, ¡Ella no apareció! En ese momento, pues al momento que comenzaron a mencionar los nombres de las amigas que habían compartido como las más cercanas a ella, ¡Fue que de pronto apareció! Agita y cansada, ¡Seguramente se le había dificultado el llegar antes a la ceremonia de graduación!

Se acercó a la tarima de premiación pidiendo disculpas por el atraso, pero había pasado tan rápido que ¡ni siquiera volteo a verme en ese momento! No podía culparla por ese hecho, era más que obvio que la presión y la prisa del momento no le permitieron darse cuenta que estaba ahí, a unos escasos cinco metros de ella, por lo que me centre en el momento que ella recibió su premio y su título que le acreditaba su carrera estudiantil y por la cual ella había luchado en extremo durante los últimos 6 meses ¡Me fascino ver nuevamente como sonreía al mismo tiempo que comenzó a llorar igualmente! Mi corazón me hacía sentir que ella estaba llorando más por lo difícil que fue llegar hasta ese momento, sus padres no se encontraban presentes y tampoco otro familiar que le aplaudiera sus logros.

¡De inmediato comencé a aplaudir sin parar! Animando a los demás que lo hicieran de igual forma, pues cada quien sabe los sacrificios que se tienen que hacer para llegar a estar ahí parado recibiendo ese documento que significa esfuerzo y valor.

Al escuchar los aplausos, Dalia se dio la vuelta y nos saludó a todos por nombre, mencionando al final de su discurso.

— ¡Agradezco en especial a la vida que me ha permitido conocer y tratar a una persona especial a lo largo de estos últimos seis meses de mi dura vida! Por favor puedes colocarte de pie, Fernando.

Al momento que ella menciono ¡Fernando! Mi corazón se desvaneció por completo, ¿Cómo así que Fernando? Me pregunte en ese momento ¿Cómo era eso que ese tal Fernando había sido la persona más especial para ella en los últimos seis meses? ¿Entonces donde se quedaría la respuesta que ella había prometido darme ese día después de la graduación? ¿En dónde quedaba ese beso que con dulzura y mucho cariño me había dado días atrás?

No podía comprender esa situación repentina que se me estaba presentando ese día de la graduación, me sentí ¡Tan triste y desolado! Que de no ser porque mi padre estaba esperando a que me dieran mi diploma y demás reconocimientos, me hubiese bajado del escenario sin esperar nada y pasar recogiéndolos después.

Al terminar toda la premiación, tuve que fingir algarabía y extrema felicidad, di unas cuantas felicitaciones y agradecimientos, esperando ver a Dalia entre la multitud ¡Pero ya no estaba presente! ¡Seguramente se había ido del lugar con el famoso Fernando! No quedaba más ese día más que marcharme de regreso a casa, con el corazón desolado y lleno de tristeza por la acción antes vivida.

¡Ahora entendía porque ella no fue capaz de decirme ese día si aceptaba que tuviéramos una relación! Así como también comprendí porque ella me había dicho que no quería que botara mis sueños por quedarme a su lado ¡Por la única y sencilla razón que ya se estaba viendo con alguien más y no podía corresponderme! A pesar que sus acciones decían todo lo contrario. Simplemente recordaría el beso que hizo que mi interior ardiera de amor por esa mujer que ese día me había dejado con un sentimiento de haber perdido toda esperanza con ella.

A pesar que me sentía fuera de control por la ansiedad que padecía, intenté controlarme lo más que pude, en un momento de soledad me dirigí a los vestidores a tomar el medicamento, me encontraba en una situación en la que me ahogaba del sufrimiento que me había hecho sentir ese momento atrás, ¡Posiblemente ese hubiese sido un excelente momento para morir y resucitar en otro lugar del planeta o de la vida misma! Por desgracia no podía tardarme mucho en los vestidores! Pues mi padre me estaba esperando para ir a cenar y posteriormente ir a casa, así mismo comenzar a preparar mis maletas; ¡Porque no pretendía quédame esperando por alguien que no se atrevía a ser feliz a mi lado!

Caminando con mi padre hacia el estacionamiento, sentía que alguien iba detrás de nosotros, ¿Pero con tantas personas en el colegio? ¿Cómo no iba a ver alguien detrás de nosotros? ¡De pronto comenzaron a silbarme! Bueno pensé que era a mí, porque no veía a alguien por delante de nosotros, por lo que de inmediato levanto curiosidad y me volví a ver ¿Quién era? Lo que al voltear a ver ¡Si era ella! Dalia me había silbado, ¿Pero porque hacer eso? ¿Por qué simplemente no se acercó y me hablo? Por lo que le dije a mi padre que si podía esperarme en el auto.

— ¿Ya te vas Uriel? ¿Creí que te recordarías que deseaba hablar contigo después de la ceremonia de graduación?

Ese era el justo momento que necesitaba mi corazón para volver a ilusionarse, con algo de timidez le di respuesta a sus palabras.

— ¡Pues, la verdad! ¿Cómo te estuve buscando entre el público cuando fue mi turno y no te vi? Llegue a considerar que de pronto te habías marchado y por esa razón es que voy ahora mismo con mi padre a cenar, ¿Pero si quieres acompañarnos? ¡Hay un lugar con tu nombre en la mesa!

— ¿Me estas invitando después de lo que te hice?

— Según tú, ¿Qué fue lo que específicamente me hiciste? Porque, que yo pueda recordar no me golpeaste o me insultaste o algo que me perjudicara, así que tranquila.

— ¡No seas así Uriel! Sabes a lo que me refiero, en el escenario, cuando mencione a Fernando y se levantó de su lugar para recibir mis agradecimientos; en lugar de dártelos a ti en público porque en verdad tú has sido más que especial para mí en estos últimos 6 meses, Fernando solo fue una persona la cual me estuvo ayudando en cuanto a pagar mis estudios ¡Pero hasta aquí llego esa situación con el! Porque ahora que ya tengo mi título podre buscar un trabajo y ser completamente independiente.

— ¡Me alegra! Si te ayudo a que llegaras hasta este momento, pues era obvio que merecía un reconocimiento general, por mí, me agradó cuando regresaste, nos volteaste a ver y entregaste tu reconocimiento, ¿Entonces vienes o tienes algo más que hacer?

Arreglándose un poco el vestido que llevaba puesto, me siguió hasta el auto, le pedí que subiera a la parte trasera para irme a su lado mientras mi padre conducía.

¡Si a lo mejor parecía que no tenía dignidad al haber pensado que ella ya no se encontraba en el lugar, tras haberme puesto a llorar de dolor y tristeza por ella! ¿Pero la verdad es que al verla me sorprendió? No lográndome resistir a querer estar con ella esa noche de la graduación, no importando ¿Qué fue? lo que ella hubiese llegado hacer durante el resto del acto de la graduación mientras se había perdido y a la vez mi corazón por un momento se desvaneció de este mundo, después de todo, resulto ser una agradable graduación ¡Sin importar lo que llegara a suceder después! Pero mientras nos conducíamos a casa a cenar, Dalia extendió su brazo y lo coloco en mis hombros, fue una increíble sensación sentir su brazo sobre mis hombros, para luego acercarse y mencionarme al oído…

—¡Gracias por no perder la fe en mí!