Capitulo 4Las siguientes Semanas

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Sentir su cuerpo sobre el mío en el momento exacto en el que todo el mundo se estaba desvaneciendo a mi alrededor, era una de las sensaciones más hermosas que jamás olvidare, era incesante el respirar cerca de mi rostro, esa sensación de calidez abrazándome todo mi ser, era más que inolvidable y completamente excitante, deseaba como mil demonios que Dalia en ese momento me besara apasionadamente y no me soltara hasta que nuestros labios se fundieran por completo.

No existía otro ser en el universo que lograra elevarme al séptimo e infinito cielo de las emociones, como la misma Dalia de mi vida, esa misma mujer que me hacía experimentar que el amor y el sentimiento era uno solo y era capaz de enseñarme lo ciego y hermoso que era el amor sin duda alguna.

Lamentablemente se pasaban 20 minutos de las 11 de la noche, por lo que inmediatamente nos percatamos del horario al ser interrumpidos por personal del lugar, al indicarnos que estaba próximos a cerrar y no deberíamos de exhibirnos de esa manera, lo que provocó que Dalia se disculpara de inmediato, pero con un rostro avergonzado y sonrojado por el momento, lo que nos obligó a salir de inmediato hacia su hogar esperando que la señora, no encontraran un detalle negativo al respecto o que me sacaran de su hogar a punta de pistola o de palos, por haberla llevado más tarde de lo permitido.

Cuando logramos llegar a su hogar, ya daban las 10 de la noche ¡Pero aun así la madre de Dalia no se encontraba esperándola en la puerta! Me sentí un tanto aliviado al respecto, pero de igual manera me sentí con la obligación dar la cara por haberla llevado más tarde de lo pensado, a lo que ella menciono antes que me acercara con ella a la puerta.

— ¡No te preocupes Uriel, hasta aquí está bien! De seguro mi padre no está, porque si él estuviera, en estos momentos se escucharán gritos y hasta golpes dentro de casa, por lo que mi madre ha de estar esperando solo que ingrese y no me dirá nada al respecto.

— ¿Te sientes segura? De cualquier manera, me quedare aquí afuera esperando por si llegaran a reclamarte algo al respecto.

Hablando con ella me encontraba, ¡Cuando de pronto la puerta se abrió de su hogar y salió la señora! Me sentía con la obligación de explicarle a la señora ¿El porque nos habíamos tardado? Pero ella solo salió para exclamar.

— ¡Gracias por traerla, en el mismo estado en que salió! Dalia ¿Entras ya o te quedaras hablando con el muchacho un poco más?

La verdad, la madre de Dalia se veía y sentía muy amable, a pesar que no éramos novios aun con Dalia, pero seguramente la señora pensaba que sí, o al menos que por ese camino íbamos. Lo cierto es que Dalia se despidió con un beso en la mejilla, ¡Ese beso me dejo estupefacto en el acto! Me despedí de ellas, marchándome de vuelta a mi hogar que quedaba algo lejos ¡Aun en auto!

En el camino a casa la situación no fue fácil, de regreso con los recuerdos de lo que fue esa tarde y noche que pase a lado de Dalia después de salir con ella, a pesar de alcanzar a observarla con una persona diferente a las afueras de su casa. Pero eso no fue lo que termino impactando mi noche, ¡Sino más bien el beso que, aunque fue en la mejía! Era el primer beso que ella me daba de manera distinta, sentía que era algo muy diferente dándome lugar a pensar en ese momento, ¿Primero el papelito, luego la salida y ahora el beso? ¡Bueno algo debía salir de todo eso en verdad! Al llegar a casa, no me libre del regaño de mi padre por haber llegado tan tarde y sin avisarle, ¡Pero cada minuto a lado de Dalia había valido la pena el haber soportado el regaño de mi padre!

Durante toda la madrugada pase soñando a Dalia una y otra vez repitiendo el momento en el que ella se me acercaba dándome el beso en la mejilla ¡Que al despertarme no logre dejar de pensar que deseaba volver a salir con ella una y otra vez aun así no volviera a existir un beso de su parte! ¡Pero quería hacer todo lo posible por estar a su lado! El problema comenzó a suscitar, cuando al llegar a clase regularmente nos encontrábamos en la entrada al salón, pero ella comenzó a faltar más seguido, durante las cuatro semanas siguientes de haber salido con ella en esa ocasión, en cuatro semanas ella solo llego a estar presente durante 6 días en total. En uno de esos días que llego al colegio le pregunte ¿Si todo estaba bien? A lo que ella me respondió.

— ¡Si Uriel! Todo está perfectamente bien, solo que no he encontrado el tiempo para venir muy a menudo o seguido como se supone que debo hacerlo, por una enorme y gran razón.

Me intrigaba conocer el motivo, por lo que le pregunte inmediatamente, creyendo llegar a tener un poco de oportunidad al respecto.

— ¡Haber dime! ¿Cuál es la razón? En verdad no importa, ¿Si hubiese algo en lo que pueda ayudarte no dudes que lo puedo hacer sin problema?

— ¿Estás seguro? Pero aun así me ayudes tengo que seguir faltando porque tengo unos compromisos que cumplir y no puedo quedar mal con esos compromisos, por lo que no quiero que mal interpretes las circunstancias y te hagas ilusiones conmigo, porque es un lujo que no puedo darme.

¡Definitivamente no debía ilusionarme! Pero era el deseo de mi corazón,

— ¡No para nada! ¿Cómo crees? Si estoy diciéndote ¿Qué si hay algo en lo que pueda colaborarte lo hare sin ningún tipo de compromiso o que te sientas obligada a algo? Espero me puedas comprender.

— ¡Ok me parece! Entonces sabes que, espérame en el café de la otra vez, ese al que fuimos la primera vez y llegare después de clases el día de mañana.

— ¡Como quieras! Ahí estaré sin falta alguna.

Mi emoción fue grande al instante, por lo que después de clases por las siguientes tres semanas, me presente a ese mismo café y sin que ella llegara a clases, pero estaba fiel a sentarme a esperar su presencia en ese mismo café todos los días ¡Pero ella no volvió a llegar! Me encontraba cada día de esas tres semanas esperándola hasta tres horas después de clases, y nada que llegaba, me imagine que ¿Quizás? Se le había olvidado la cita ¡Solo que existía un detalle! durante esas tres semanas, ella llegaba a esa calle del café, en donde en cada ocasión se subía a un auto diferente en cada vez, mismas ocasiones en las que ella nunca se percato que me encontraba observando esos detalles.

¡En verdad era difícil ver lo que lograba ver en cada situación de esas! En cada vez que veía que ella se subía a un auto, ella hacia ¡Como que era alguien conocido! Para que nadie pensara mal de ella, ¡Pero entre mi mente y mi corazón sabíamos lo que estaba sucediendo en ese lugar!

En la última noche que me resigne a no seguir esperando a que ella se recordara que me había citado en ese café, me retire después de ver que ella se subió a ese auto de color negro como el cielo de esa noche y sin estrella alguna que iluminara el cielo de un corazón desilusionado y triste por ver lo que ella seguía haciendo cada día.

Ahí supe que el amor dolía en verdad, ¡A pesar que no teníamos ningún tipo de compromiso! Supe lo que el amor podía llegar a doler con acciones que quebrantaban el corazón y sin poderme quebrar ante nadie, ¿Por qué no podía? ¡Seguir ilusionándome de alguien a quien simplemente su vida había tomado un rumbo diferente!

Entre su rumbo diferente al mío, estaba dejando igualmente un corazón ilusionado por un beso y un corazón roto por no darse cuenta que en verdad quería algo especial con ella desde el momento en que me había comenzado a dar cuenta que se estaba adentrando a lo profundo de mi corazón.

De alguna manera debía darle vuelta a la página y seguir adelante y seguir esperando ¿Qué era? lo que podía venir para mi más adelante en el camino aún muy largo por recorrer.

Desde ese último día que estuve ahí, no tuve el valor de regresar, porque sentía que ella podría seguir estando en esas vueltas y prefería tomar un camino un tanto más largo de lo normal para no cruzarme en su camino.

Eventualmente ella se presentaba al colegio, solo para estar al día en las tareas y de esa forma lograr graduarse a menos de dos meses de la ansiada ¡Graduación que todos de jóvenes esperamos!

Estuve empeñado en mejorar mi puntaje en todas las áreas estudiantiles, para que, al momento de recibir mi diploma, también me dieran buenas referencias para la mejor universidad a la que deseaba asistir después del colegio.

Dalia, sin embargo, llegue a imaginarme que solo estaba esperando aprobar con lo mínimo por todas las faltas que tenía después de aquel día que nos habíamos batido a duelo en las presentaciones.

¡En algún momento creí realmente que podría llegar a existir algo verdadero y romántico con Dalia! Pero me terminé dando cuenta que solo me había hecho falsas ilusiones ¡Como ella lo menciono la última vez que encontré la oportunidad de hablar con ella!

¡En verdad quería construir un universo junto a Dalia! Hubiésemos hecho una buena dupla en los negocios, pero hasta ese momento todo estaba por los suelos.

“A tres semanas de la graduación”

Llegando casi al día de la graduación, todo en mí estaba realmente perdido en cuanto a las esperanzas de volver a ver y sentir a esa mujer llamada Dalia.

Toda esperanza de volver a ver a la mujer tenaz y de un carácter serio y comprometido, estaba completamente perdido en mi interior, los resultados de la graduación estaban completos, por lo que ahí me di cuenta principalmente ¿Cómo es que los problemas en los hogares llegan a provocar tanto daño en las personas? A pesar que no vivía con mis padres, pero la relación con mi padre no era mala y siempre estuvo ahí para apoyarme en lo que pudo. En cambio, Dalia en el último año de estudios, sufrió muchos cambios emocionales que afectaron directamente su rendimiento y toma de decisiones que la orillaron a tomar acciones que terminaron afectando su vida.

Los resultados por salón estaban definidos, Dalia de estar entre los primeros lugares, superándome en algunas clases, término al final de la lista de graduandos con el puntaje mínimo para poder graduarse ¡Por lo menos! ¡No pude evitar sentirme muy mal por ella! ¡Aun así en esa situación intente buscarla! Pero ¿Quizás no me evadía? Pero sus compromisos la consumían demasiado.

A dos semanas de la graduación, estando aun estudiando para alcanzar el reporte de 5 estrellas y me aceptaran en la universidad de mayor prestigio y continuar mis estudios como Ingeniero en sistemas especializado en varias áreas técnicas computacionales ¡Dalia apareció detrás de mí ese día! ¡No pude evitar sorprenderme! Después de tantas semanas y de observarla una y otra vez en aquel lugar después de que me había alejado para no seguir viendo eso y después de solo verla en clase unos cuantos días a la semana, ¡Apareció de pronto y con una sonrisa en su rostro!

— ¿Cómo has estado Uriel? ¿Creo que te debo una enorme disculpa por haberte dejado plantado en aquella ocasión, te recuerdas verdad?

— ¡La verdad me sorprende que seas tú la que se recuerde! —Le respondí con algo de incertidumbre.

— ¡Para ser honesta contigo! Siempre me recordé de esa ocasión y aunque estuve ahí ese día, alcance observarte cuando te marchaste esa noche tipo 20 horas con un ramo de rosas amarillas y blancas como las primeras que me obsequiaste.

— ¿Pero si me viste, porque no me hablaste? Me hubiese regresado inmediatamente a tener que llegar a pensar que me habías dejado plantado.

— ¡Porque supe que quien tuvo la culpa había sido yo al dejarte esperándome! No me sentí en lo absoluto bien para atreverme a hacerte regresar, pero hoy me atreví a venir a buscarte para que me acompañes, quiero que me sigas y que pasemos el resto del día juntos ¿Bueno si es lo que quieres y si en verdad puedes perdonarme?

Lo pensé unos segundos, mientras ella se me quedo viendo con un rostro algo triste ¡Que si quería salir conmigo! No pensaba absolutamente nada que no fuese ajeno a su rostro y al beso en la mejilla que ella me había dado esa última vez que logramos estar juntos por unas cuantas horas, de seguro en esa ocasión sería igual, por lo que debía de arriesgarme con la verdad de mi corazón y seguir mis instintos.

— ¡No puedo mentirte que si me llegué a sentir muy triste porque no te volví a ver después de ese día! Tu no lo sabes, pero después de ese día seguí llegando cada día por las siguientes semanas después de clases y retirándome siempre después de 3 a 4 horas de ahí, creyendo que de pronto tu podrías aparecer un día de esos, ¡Pero al saber que si llegaste y tuve la mala suerte de marcharme dos minutos antes! ¿Qué te parece si ahora vamos juntos como la última vez de la mano? Para que esta vez no nos separemos en el camino.

—¡Seria lo mejor que me puede llegar a pasar esta vez sin lugar a duda Uriel! no desearía alejar tu corazón ¿No crees?

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