Autobiografía azul de los paganos del gris y la Sirena Amazónica casi Rosácea(Estrella azul hacia el dragón) Parte 2

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Spinetta nos habla Pt.1

(Este personaje es secundario)

¿Será cierto? Estoy sumergido en el barro dijo él. Me visto cachiva, uso el pelo de moda. Me gusta que las minas luchen por el feminismo. Me gusta ella. Pero trata de olvidarme. Entonces me enrosco. Me voy a dormir porque sueño con ella y siento los sueños tan reales, como si estuviera ahí. Santi me dijo que buscase el camino interno, Krishnamurti dice que el conocimiento de uno mismo no tiene fin y, cuanto más encuentro en mí, menos yo quiero ser yo.

Un pelotudo que vino a estudiar a Buenos Aires y nunca lo hizo, trabajos de mierda, deudas, problemas con mis viejos y mi hermana en la Patagonia y acá. Es lógico que todo en este momento me parezca una mierda. Pero encuentro algo agradable en la oscuridad de mi ser. Tenés que volverte un criminal me dijo, luego un santo. Me asusta la vida y no quiero vivir pensando trascendental. Dice que fumar marihuana para divertirme no es lo adecuado. Yo solo quiero olvidar. Si en YSY A yo encuentro estímulo, él encuentra frases con las cuales crea mundos. No me siento menos que él, pero es un gran maestro, por más pesado que sea.

El otro día la flasheó y dijo haber sido un pedazo de la serpiente que le enseñó a Eva. Estaba preocupado, no quiero que diga esas cosas. Tiene sus éxtasis espirituales. Dice que los alcoholes son necesarios para pilotear diferentes viajes, pero achispado, nunca borracho. ¿Mientras tanto? Me llevo al vómito y él dice que es depuración.

—Hechicero, no puedo hablar en toda la semana —dice por chat.

Mi hermano, mi primo hermano que se las mandó a tomar justo cuando todo empezó a derrumbarse. Soy un edificio demolido. Basta.

Me creó una canción:

Orgasmos cristalinos,

en este traducido cielo,

a lo poco divino.

Llegan los ángeles,

no te encontrás,

mirando a altamar

seres estelares te alcanzarán,

mientras boyás por la vida

todavía hay una salida.

Irás por laberintos,

hasta encontrar el instrumento en vos,

seguro errarás,

pero es cierto que todo es indistinto.

No armes más conflicto,

todos llevamos una guerra civil en la cabeza,

cuando no puedas evitar delirios de vino tinto,

aferráte al timón como una certeza de algo variopinto

Ahora recuerdo que la primera frase que escuché de Spinetta fue: Doscientos años, ¿de qué sirvió haber cruzado a nado la mar? No se debió venir, maldita Europa.

Saldré a buscar ese crisol, en las mujeres, y me mezclaré. Seré una ballena encallada, pero no me quedaré en la nada. He matado mis ancestros y algo me dice que debo buscar, ¿buscar qué? He vuelto a escuchar esa canción, y algo me llama a conocer ese bar nocturno del cual me habló Fausto en una noche de espejismos. Dice que tiene forma de barco y que ahí los seres se ven realmente. Los seres con su parte animal.

No tengo nada de brujo, soy quizá el hechicero, pero en este momento me sale la magia del lamento.

El pajarito del Oasis Pt.1

—Querido globo terráqueo, diga dónde ir —dijo Emporio al señor objeto.

Ya estoy recibido de aduanero internacional. Internashional. Como Fuegos de Octubre, ponéle. Debo abandonar Guinea Ecuatorial. ¿A dónde ir? Te haré girar.

Nuevo destino, un desatino. ¿Temor? Un lobo sin dientes. ¿Dudas? Una monja atrapada por los dogmas. ¿Destino? Vos ponés los pies en la baldosa que querés. ¿Misión? Suena a acción. Acción del alma que crece. Cree, descree, vuelve a creer. Mientras la vida te está… ¿qué importa? En ese destino haré la señora novela. Una cosa encantadora no cabe duda.

La magia de sus palabras se transformaba en pájaros que cantaban cerca. Mientras hablaba en voz alta con el globo y consigo mismo, dando vuelta a la habitación, el hermano del camino de Joaquín lograba que los pájaros quisieran escuchar su capacidad de hacer magia con la poesía de aquel que redacta en un oasis. Era su inhalación del rubí. Aquello hablaba bastante por su boca.

—“Pienso que si no estás pierden un poco el sentido”, querida amada por mí. ¿Pero no es lindo amar y recordar con ese vino tan lindo terroso que te disipa en el centro de la tierra y al mismo tiempo te hace viajar por lugares como El Capitán Beto?

Y, ahora, a girarlo. Detenerlo cuando sienta que deba abrir los ojos para ver este mundo loco desde lo cuerdo.

La tierra diminuta empezó a girar, Emporio cerró los ojos y vio su África verde, recorrió la historia de Occidente, vio las Cruzadas, se enteró de grandes imperios, sus derrumbes, el actual, y viajó y se olvidó todo.

Dejó de girar y vio un continente y un país en su dedo. ¡Oh!: Argentina. Iré a reunirme con mi hermano del camino.

La habitación de Emporio era dos o tres planetas, las órbitas diferentes, su cabeza extasiada. Había una magia flotante en este ser especial.

África se unirá a la misión de América del sur. Cruzando el mar encuentro el vestigio de lo necesario, será una aventura, sí señor. Pajaritos, no soy hereje, solo soy un dios pequeño.

Salto de fe

Para sentir paz al lado de Maribel tuve que luchar contra mi propio espíritu.

Primero que nada, cuando éramos amigos, había ciertas cuestiones que yo tenía en duda. A veces aceptaba la idea de los ángeles, pero por un lado creía que no los necesitaba para nada. No solo fue ella, pero también gracias a ella empecé a pedirles ayuda. Ahora sé que soy uno.

¿A veces me molesta que haya algo más superior o puro que yo?

Me molestaba, no me cabe duda. Demasiado ego que derrotar. Demasiado tiempo luchando contra la vida solo sin ayudarme a ponerme de pie por nada ni nadie. Todas las veces que me había caído ante los azotes ventosos de la vida me había enderezado solito. ¿Tuve ayudas? Sí, pero para tener un interior tranquilo y en paz y en armonía solo puede ayudarse uno.

Siendo novios, el primer día en la playa, algo me dejó en paz: una revelación de que la virgen había sido virgen de verdad. Lo supe y lo sé y no lo discuto como tampoco lo defiendo. Es mi creencia, incluso diría mi certeza hecha carne en un éxtasis espiritual. Si alguien me pregunta lo digo, si me dicen que no, allá ellos, si me dicen que sí, genial.

Sobre Jesús no recuerdo detalles. Pero esa revelación no fue realmente el salto de fe que tuve que dar.

Antes de ir ese día que vi la nube en forma de elefante, yo dudaba a veces. Dudaba de todo, de esas visiones de ángeles rodeándonos a ella y yo, dudé de todo lo posible. Con ella todo era demasiado perfecto, demasiado celestial, demasiado luminoso. Tenía visiones de que vivir con ella era vivir el cielo en la tierra. Vivir de verdad el cielo en la tierra. No ayer, no hoy, sí mañana, solo tenía que ponerle empeño y creer. Debimos aprender a ser más tolerantes, pero era importante mi salto.

Un día no estuvimos bien y en la noche me encontré solo con la destrucción de todo. De todo mi yo y todo lo existente. Nada servía para que fuera un motor. Fui recomponiendo de a pedazos desde el no-ser mi ser. Decidí decirle que sin ella no era nada. Al otro día no pude decírselo y ella estaba de un humor que me hizo perder la esperanza de que me pudiera ayudar con ese pozo que sentía donde nada ni nadie podían ayudarme. Intentamos luego igual.

Un día me cansé, me dejé guiar y salté a la aventura según me dijeron.

Fui al desierto y enfrenté el descreer de todo para poder creer. Todo dejó de ser cierto, no que esta vida es un sueño y estamos dormidos, sino que aunque todo existe nada existe en vos. Vos no sos. Vos sos un pedazo olvidado. Y entonces me dije que sí existen cosas superiores que uno, los empecé a sentir.

Cuando todo empezó a fluir sin oponer resistencia, todo el universo de Maribel empezó a ser verdad y carne en mí. Los guías terrenales, los seres que nos vibran bien o mal, los guías en otros planos, los seres de luz, los ángeles, las dimensiones, la junta kármica, sus seres, sus poderes, sus verdades, sus ayudas, incluso los ancestros y los dones despiertos de los dos y las grandes trasferencias energéticas. Di el salto de fe y todo esto empezó a resultar ser parte de mi vida. Siempre creí que las energías mucho no me afectaban, pero Maribel abrió mi sensibilidad y mi apertura de dejarse ser un ser espiritual y álmico me dio no solo una mayor percepción, sino también más tranquilidad de que hay un ser sosteniendo todo con amor. Me dejé llevar por el gran amor fundamental y me supe instrumento. Incluso lloré y pedí perdón si a veces no hacía las cosas bien. Renegué, me enfrenté al sinsentido y volví a creer cuando todo se me reveló. Con Maribel todo es perfecto porque todo esto que vengo hablando es perfecto y se siente en lo más profundo. Sabés que caminás el camino correcto, sabés que estás en el dharma. Fueron luchas internas sí. Empecé a necesitar hacer baños de descarga como a ser afectado por otros seres. La sensibilidad y gran canal diría que muy cerca de ser chamánica de Maribel me llevó a potenciarme.

Ahora, que he dado el salto y confío plenamente en lo divino y todo lo existente, solo sé una cosa: ella es mi destino y yo soy el instrumento.

Que los ángeles canten y los dioses bailen, estoy del lado de la luz, estoy del lado del bien. Aquí estoy, soy solo un ser humano que ha confiado y confía. La vida a veces duele, pero hay algo entre ella y yo, que me da todo el sentido de existir y estar vivo. Si me acerco a lo absoluto, no quiero que sea en soledad, quiero vivirlo con ella.

Si dios está en todas partes, lo que más feliz me hace es ver la bondad actuar, la providencia actuar, en ella, nuestro hijo perrito, y toda nuestra familia, ayudándonos siendo una porción todos del todo, caminando a un futuro mejor. Solo con fe en el amor a todo encuentro la paz y respuesta a todo. Sin Maribel, yo sería un ser rechazando al malo en el desierto, sin esperanza, obcecado, pero sin certezas. En este momento estoy en un bosque, y veo la vida ser perfecta y feliz. Veo la razón de existir gracias a ella. Soy alguien, somos del todo, somos todo, y todo tiene sentido.

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