Amor Inquebrantable Capitulo 1


Dalia.
En algún momento de la vida se llega el esperado y soñado “Amor” ¡Solo que nunca se sabe de dónde puede venir o llegar! Es una situación en la que en muchas circunstancias suele decirse que el amor “Es aquello que nos hace cometer locuras y aventurarnos a más en la vida” lo cierto es que no era mi caso en específico ¡Hasta que un día! Dalia, la chica del colegio que estudiaba en el mismo grado, así como también compañera de clase, comenzó a inquietarme muy fuerte.
¡No era común que llegara a sentirme inquietado por ese tipo de impulsos en el pecho! Algo no estaba bien y necesitaba averiguar ¿Qué era lo que estaba ocurriendo en cada vez que por casualidad se me acercaba?
Nos encontrábamos cursando pleno año de graduación, las clases eran intensas y la vida me estaba preparando para lo que podría ser mi futuro a lado de la persona que comenzó a mover ese primer sentimiento de amor en mi vida, ¡Dalia con todo su brillo! Se caracterizaba por ser una mujer muy determinante y a la vez fuerte en cuanto a carácter hacia los demás del salón, caracterizándose por ser la más popular del grado y del colegio en sí.
En lo personal, era la chica ideal para mi vida, ¡Estudiosa y emprendedora en todos los sentidos! Una de las chicas más populares del colegio y la que a todas luces era la mejor estudiante del salón, solo que en muchas ocasiones me cohibía el hecho de querer estar en algún tipo de grupo de estudio del cual ella formara parte, poseíamos caracteres muy similares en cuanto a liderazgo, por lo que era un tanto difícil que me le acercara sin una excusa en específico que le causara interés o intriga de mi parte.
A pesar que compartimos durante 3 años continuos el mismo salón de clases, hasta el mismo año de graduación, la rivalidad estudiantil que existía era muy fuerte, Dalia me rebasaba en algunos aspectos en cuanto a materias, dejándome en varias ocasiones en segundo lugar muy por debajo de sus resultados, ¡Eso me impulsaba a querer ser un poco mejor que ella! pero sin llegar a demostrarle que podría alcanzarlo ¡Por una razón en específico! Deseaba que ella mantuviera interés en mí, aun así, no fuese del lado sentimental, ya que muchas de esas ocasiones en las que me ganaba en los resultados, era a propósito que lo hacía, así ella siempre tendría ese tipo de interés hacia mi persona.
¿Quizás eso ayudo a que nuestra relación se comenzara a forjar por medio del interés de querer ser mejor que otro? Pero siempre iba a dejar que ella llegara a ser mejor en lo que sea en mi contra.
En el mismo año de graduación, Dalia a partir de un concurso al que fuimos sometidos a grandes retos, comenzó a mostrar que de alguna forma existía algo que no estaba bien por dentro de ella, necesitaba averiguar que era lo que sucedía en su vida, no porque fuese un tipo que le interesara averiguar la vida de los demás, pero la preocupación que en ocasiones se le veía y que ¡Nadie percibía! Era lo que me hacía querer averiguar sobre ella.
Llegando al salón de clases que sería literalmente el lugar ¿Dónde comenzó todo? Se encontraba casi como nunca lo hacía ¡Sola! Al querer atravesar la puerta del salón, me vio desde su lugar y me sonrió de par en par, ¡Eso fue increíble! Me dio valor para ingresar y no esperar que alguien más lo hiciera, ¡Bien hubiese pasado algo diferente a lo que podía haber pensado! Solo nos provocamos un intercambio de saludos y de miradas, en las cuales ¡Era muy improbable que ella permitiera que me acercara a querer entablar alguna conversación! Sin embargo, ella muy extrañamente me llamo de pronto…
— ¿Uriel, podrías venir por favor?
¿Pero qué? ¿Cómo? ¿Qué era lo que estaba sucediendo? Comencé a sudar como mil demonios juntos, pero debía de concentrarme y no perder la calma con cual no contaba en ese momento, así que me levanté del escritorio dirigiéndome hacia donde se encontraba ella.
— ¿Qué sucede, en que puedo servirte o ayudarte?
Ella volvió a sonreír de una forma en la que me provoco unos nervios de infarto, ¿Por qué sonreía de la nada y bajando la mirada? Bueno supongo que algo especial tendría para decirme…
— ¡No tienes por qué decírmelo de esa forma Uriel!
¡Bueno estaba bien! Que me llamara para conversar estaba perfecto, ¿Pero porque provocar esos nervios en mi interior con solo sonreír? Ella tras levantar su mirada menciono sin quitarme su mirada intimidatoria de encima.
— ¡Sabes! En muchas ocasiones he venido algo tarde a clases y tú siempre estás en el mismo escritorio, durante todo este tiempo siempre has estado usando el mismo lugar, eso habla muy bien de ti, debido a que me da a entender que eres un joven centrado y que sabes lo que quiere.
¿A dónde específicamente quería llegar Dalia en ese momento? Me cohibí por unos instantes, pero traté de disimular y responder.
— ¡Gracias Dalia! ¿Quizás no soy mucho de hablar o decir ciertas cosas? Pero si puedes darte cuenta, siempre has sido mejor en los estudios, a pesar que me he esforzado por quererte ganar ¡Al menos una vez!
— ¡No seas así Uriel! Se perfectamente que por alguna razón que desconozco, tu no has deseado superarme, me he dado cuenta que por cosas muy sencillas a veces es que te he superado, ¿No será que tratas la manera de llamar mi atención?
Era probable que sí, pero ¿Ella se estaba dando cuenta de eso, tan obvio era? Pero lejos de interrumpir, permití que ella continuara hablando al respecto.
—Pero déjame decirte que esa no es la forma correcta con dejarme ganar, no quiere decir que te pueda o me pueda fijar en ti, ¡Sabes, a las chicas nos gusta ver como los hombres se esfuerzan por nosotras y aunque no lo haces nada mal, si estás haciéndolo al revés! Escucha lo que te diré ¡Nunca dejes que alguien te supere si lo que quieres es conquistar a esa persona! Porque lo único que haces es que por algo que uno desconozca, se pierda el interés.
Definitivamente me descubrió, era muy interesante la manera en la que ella se refería hacia mí, ¿Sera posible que no lo soy indiferente? Me pregunte en lo que ella continuaba hablando.
—Eres más capaz de lo que puedo imaginar ¡Incluso he visto que has sido seleccionado como opción para una universidad en Inglaterra! ¡Eso es en lo que realmente me fijo de un hombre! Que sea mejor y más consistente en sus acciones, así que por favor deja de fingir que soy mejor que tú, solo saca esa persona que en verdad eres y veras como puedes llamar mi atención, ¡Mas de lo que la tienes!
¿Cómo era que Dalia me estaba diciendo ese tipo de situaciones? ¡Ella misma me estaba enseñando el camino por el que debía de transitar para llegar a estar con ella! por lo que al momento de querer responder a lo que ella menciono, nos interrumpieron los demás estudiantes y no se logró más la conversación ese día.
Los días continuaron y ella en cada ocasión oportuna me enviaba alguno que otro mensaje al escritorio, las frases que ella escribía eran motivacionales ¡Esfuérzate! ¡Rinde bien este día! ¡No te de pena superarme! ¡En fin, no sé porque ella trataba la manera de que la superara! Sé que ¿Quizás? Alardeaba demasiado, pero era algo que no era difícil de lograrlo, así que me esforcé lo suficiente al grado que de pronto ella estuvo por debajo de mis calificaciones.
¡Eso creo que le inyecto fuerza y cierta emoción a lo que de apoco comenzaba a crecer entre nosotros! ¡Bueno, más bien en ella! porque me encontraba más que perdido en la luna al momento que las conversaciones comenzaron a ser más frecuentes y la relación interpersonal que sosteníamos fue creciendo y comencé a ser la envidia de alguno que otro estudiante que ¡De solo pensarlo se ilusionaban con Dalia!
Mientras nos encontrábamos en clase, sin temor a nada, me llamo a su escritorio para luego mencionar con soltura y frescura al hablar.
— ¡Uriel ven por favor! ¿Quieres acompañarnos este día a almorzar? Me encantaría en lo personal llevarte conmigo y que comiences a ser el chico especial que sin duda eres, ya verás que serás uno de los más populares del salón.
Sin duda esa primera invitación supero mis expectativas, convirtiéndose en una de las tantas veces que comenzaba a salir a almorzar con Dalia antes del turno de la tarde en el colegio.
Estando ya como más en confianza y con ese acercamiento que deseaba con ella, me pregunto un día de esos a la hora de almuerzo, — ¿Qué es lo más que deseas en la vida después que salgas de estudiar? —Aparte de lo que deseaba, hubiese deseado decirle en ese momento que lo que más deseaba ¡Antes de salir del colegio! Era estar a su lado, era convertirme en su sueño y llevarlo a la realidad, pero imagine que no era el momento ni la respuesta que ella estaba buscando, porque vagamente me recordé que ella, estaba en búsqueda de esa persona en la que lograra apoyarse ¡Por alguna razón que desconocía por el momento! por lo que mi respuesta inmediata fue, — ¡Puedo decirte que ir a la universidad en Inglaterra es lo que deseo al salir del colegio!
Se vieron entre las presentes y sonrieron una con otra, lo que me llevo a preguntarle. — ¿No es lo que esperabas escuchar? —A lo que ella me respondió con su mano tapando a media sus labios. —¡No precisamente, pero es muy válida tu respuesta! Porque en verdad que has cambiado mucho tu pensamiento. —A ciencia cierta no sabía si ese comentario era bueno o malo para mis intenciones con Dalia.
¡De pronto ingreso una llamada a su celular, el rostro le cambio por completo y se alejó del grupo! ¿Qué podría hacer? más que esperar a que ella regresara y continuar con la conversación, sin embargo, solo regreso y se despidió, una de sus amigas le pregunto por las clases del turno de la tarde, a lo que ella respondió, — ¡Me salió un imprevisto y debo acudir sin falta alguna! Nos veremos mañana —¿Quizás era mi impresión de haberla visto diferente hace unos segundos a como ella regreso después de la llamada? Pero la verdad es que cambio de pronto y sus amigas ¡conocían lo que sucedía! Pero era más que obvio que nadie de ellas mencionaría algo al respecto, cada una de las 5 amigas de Dalia comenzó a despedirse para dirigirse a sus respectivas clases, ¡Definitivamente algo no iba bien!
¿Pero que podría pensar al respecto? Lo único que creí que de pronto un familiar cercano se encontraba enfermo o una emergencia de último momento, ¡Pero lo cierto es que no era de esa forma en especifico! Ya que las ausencias de Dalia comenzaron a ser más notorias y las reuniones que teníamos al principio, comenzaron a bajar de intensidad.
Dalia se estaba alejando del grupo, pero lo más importante, se estaba retirando de mí de una forma inesperada y desafortunada. Hubiese deseado desde entonces ayudarla, pero era algo imposible para ella decir por lo que en verdad estaba atravesando.
De todos los proyectos en el colegio, existían algunos que eran muy importantes para el día que definiera ¿Quién se graduaba y quién no? Siendo uno de ellos un último encuentro o reto final entre grupos, de los cuales mi deber era liderar uno de los grupos financieros más difíciles, debido a mi mal manejo en cuanto a interactuar con las personas con las cuales no me sentía cómodo, ¡Era por ese mismo motivo que pretendía en muchas de esas ocasiones, entregar y trabajar solo!
Dalia preparo su entorno y nuestro último confrontamiento estudiantil estaba a punto de comenzar, todo se decidiría en dos grupos, que por cierto me termine quedando solo y casi quedaba descalificado por autonombrarme independiente del proyecto de vida estudiantil.
Día anterior a la presentación, Dalia regularmente llegaba en el auto de su padre, pero ya llevaba varias veces en las que, al marcharse lo hacía en autos diferentes, a lo que ¡Nunca le di mayor importancia! Porque el hecho de observarla cuando se podía, me daba más esperanzas de en verdad establecer algún tipo de relación con ella, antes que terminara mi oportunidad ese año de graduación.
Ese día en específico llego en un auto lujoso, ¿No es que fuese de mi incumbencia? Pero si llamaba poderosamente la atención ese hecho especifico, iba ingresando a clase medio arreglándose y parecía que no se terminó de arreglar en su hogar, ¡Algo que no era normal en ella! puesto que su aspecto diario ¡Siempre era el mejor de todos y no porque me gustara! Sino porque en verdad así era siempre.
Pegado a la ventana vi como ella se despidió de esa persona que la dejo en la entrada del colegio y corrió de prisa a la presentación, misma que termino ese día muy tarde y la cual no alcanzamos a descubrir los resultados, puesto que el encargado catedrático nos llamó al estrado del salón, no sin antes escuchar lo que una de sus amigas le pregunto al momento que ella ingreso al salón.
—¿Qué tal te pareció la noche con ese cliente?
¿Cliente? ¿A que tipo de cliente se refería?