ALGUIEN DE MI PASADO/DILUVIO Y SACRIFICIO.


Sinopsis de la obra:
El retorno de un ser misterioso atrae consigo un escalofriante presagio. «El amor no tiene precio, pero la venganza si y uno muy alto».
Alguien de mi pasado: diluvio y sacrificio. Es una novela dramática, con un toque de terror paranormal, intriga, romance, crimen organizado, suspenso y misterio. Que te envolverá, en emociones que estremecerán tus sentidos y volcara tu corazón con cada frase escrita.
Capítulo 1
Octubre…
«Por una mala jugada del destino, era y soy una amenaza para ellos, pero más para mí. Me convertí en Cascabel para exponerlos, me encargaré de ello».
Mensaje de parte de Beru.(Cascabel en Japonés).
«Nada queda oculto para siempre. Ya no podrán huir más. Te tengo en la mira, que se siente estar asediado por mí».
Escribió en la postal teñida de escarlata. Había descubierto la identidad de uno de los aliados más influyente de Pandora.
03:00 am/ En el pueblo.
02 de noviembre de 2019/ Hacienda San Marino.
—Confiesa,
Confiesa,
Confiesa,
Susurraba el viento.
Las sombras, atraían, consigo, un ser sombrío.
Sábanas blancas cubrían su angosta fisionomía, quién aún no se percataba de la presencia.
De pronto tiñó sus ávidos ojos y pudo ver un chispazo de luz.
— ¡No…! —desgañitó al reconocer la silueta más allá de la penumbra .
Miércoles 31 de octubre de 2018.
00:00/ New Orleans.
La observaba desde una corta distancia que por un instante creyó que la había visto. Y supo que aún no era capaz de cruzar la línea.
Pasos agigantados se escucharon al otro extremo de la calle.
Las campanas de la iglesia anunciaron el ocaso de la noche dándole la bienvenida a una luna más creciente y las tinieblas revestían su oleaje.
Y desde la oscuridad, seguía sus pasos y para no olvidar la advertencia, tarareaba:
—Recuerda,
Recuerda,
Recuerda,
No debes olvidar. Qué Dios, atreves de la Muerte, te ha liberado en este momento de las llamas eternas.
Si te desvías de tu objetivo, te condenarás por toda la eternidad.
No te olvides alma en pena.
“Que la Muerte te acecha andando en vela.
Así que cumple tu misión”.
Descubre: quien la asesinó.
Él te traicionó.
¿Lograrás detenerla?
Un ser inocente pagará.
La sombra huidiza del hombre de ojos claros se disipó en las tinieblas. Y ella no logró escucharlo.
Horas después…
«No debí subestimarla ni a esos hombres del FBI».
Por poco fue descubierta y juro que no volverá…
Pandora era una mujer calculadora donde ponía el ojo, ponía la flecha, planeaba una nueva emboscada.
Francia.
—¡Debes huir cuanto antes, tu vida pende de un hilo!
—No puedo desaparecer, y menos así, y sin descubrir la verdad. No lo are.
—Te queda poco tiempo, no puedo seguir protegiéndote, recaen ciertas sospechas sobre mí.
—Encuéntrala, solo ella podrá ayudarte, ya todo está arreglado para que partas al caer la noche.
—Tengo miedo, por las amenazas que he recibido, y aunque su actitud me hace dudar, no tengo las agallas para adentrarme en aguas caudalosas.
—Aunque hay espías por todas partes, y quizás… Yo no permitiré que te lastimen. Y por eso mismo necesito que zarpes hoy.
Y después de unos segundos…
—Sé que intentas disfrazarlo todo, pero a mí no me engañas, no permitiré que cambies tu vida por la mía.
—No me iré sin ti.
Estados Unidos…
Acorralado …
—Quiero a todos los testigos muertos antes de medianoche. Si no cumples mi orden, tu familia será ejecutada.
—Pero, cómo lograré hacerlo si ellos ya no confían en mí.
—Usa la poca neurona que te queda, el tiempo vuela, estás advertido, luego no vengas a llorar cuando tu familia esté fuera de este mundo.
Consultorio de la psicoanalista Sandoval/ Estados Unidos.
Llamando…
—¡Fracase, otra vez esa Maldita se salió con la suya, perdóname, yo…!
—No me pidas perdón, ¿cuántas veces tendré que decirte que no fue tu culpa? No debiste actuar una vez más a sus espaldas, desiste no lograrás nada con derramar más sangre. No eches una vez más en saco roto mis palabras. Temo a las represalias.
—No lo consigo, he perdido el enfoque, ayúdame me estoy enloqueciendo, si se derramó sangre pero no la de Pandora, todo paso tan deprisa. Qué aún no lo puedo asimilar.
—Más muertos, ¿hasta cuando seguirás en negación? Nada de lo que hagas los traerá de vuelta, Suelta el pasado, existe la justicia divina. Y yo espero que muy pronto llegue. Siempre me dolerá su partida, pero para mí la venganza no es el camino correcto.
—Para mí, ya no existe más, además tú no estuviste aquella madrugada, no los viste agonizar ni mucho menos viviste el ultraje cometido hacia mi persona y a una de ellas. Ahora tengo el poder para hacerlos pagar.
—Tú no estás por encima de Dios, no es un sermón, solo quiero qué no sufras más.
—Eso lo veremos, no me detendré y menos cuando mi nueva familia está siendo hostigada por ella.
—Lo estás desafiando con tanta arrogancia, acaso no temes si él te condena.
Ella no supo qué contestarle. En sus ojos había un brillo de oscuridad.
Desde aquellos meses. Había asistido a muchas secciones de terapia en contra de su voluntad. Trataba de asimilar todo lo sucedido. Sin tener buenos resultados.
En este momento, más que nunca necesitaba consuelo, en estos días se cumplirá el primer aniversario de la muerte de la familia Villegas y su peor pesadilla, ese recuerdo se volvía cada vez más doloroso y ante sus ojos.
El ultraje de esa mujer, que ahora…
La traición de su padre y su constante lucha contra la Muerte, un mes y medio después de ese suceso, fue víctima de otro atentado.
Esta vez no era un disparo en la zona epigastrio, sino en su cráneo, herida que había dejado en estado de coma, trató de hacer lo correcto, y tampoco no logró su objetivo, de nada le valió hacer cosas por las buenas.
Debió seguir su plan inicial, se había dejado persuadir por ellos, (más de tres meses y medio perdidos), planeó un nuevo contraataque.
«Debería prescindir de ambos».
Microsegundos después…
Cris era su más fiel testigo, llevaba meses intentando olvidar, pero en la madrugada estuvo pensando en ese lugar, en qué la vio crecer, convertirse en una mujer y al mismo tiempo la hizo vivir el peor de los infiernos.
Y cuando recibió otra noticia sobre ese maldito hombre de facciones angulosas. Enloqueció.
Sollozaba y berreaba como un animal en agonía.
Y más aún, al saber que él arguyó a todo pulmón su vanagloria por matar a los Villegas y casi asesinarla, y por fin decidió su próximo movimiento estratégico.
Cada segundo transcurrido se imaginaba sus rutas ecuestres y se cuestionaba, «si, en medio de tanta perfidia, se podía contar una más que otra gente honesta». Porque la mayoría de los habitantes, se habían convertido en seres corruptos e inescrupulosos, que vivía bajo una doble moral, deseaba estar allí y detener a sus enemigos y recordó. Había contemplado su vida. Hasta ese día en que todo cambió.
Ya no podía seguir fingiendo.
«Los quiero ver pagar por cada fechoría cometida».
Y no es la única que piensa que ellos deben ser externados de la faz de la tierra.
Se le había vuelto una encrucijada descubrir la verdad sobre la muerte de su madre.
Esa fue su última petición cuando lo vio, agonizar en aquel nefasto día.
Su memoria suprimió más de un recuerdo, pero recordaba ciertos momentos. Y no le llegó a confesar que mato a sangre fría y sin contemplaciones a aquella desalmada.
Cris escuchaba atenta cada una de sus palabras y su chillido quejumbroso. «¿Por qué no puedo recordar…?», y todas las fechorías que habían sucedido a sus espaldas en ese lugar furtivo. Y su obsesión iba en ascenso. Como aún podía coexistir gente así, capaces de sonreírte a la cara y guardar en su alma tanta perversión, dejó de ser una simple pueblerina para convertirse en la Señora De Marco. Informante del FBI.
Vivió veinte años en ese pueblo sangriento y matizado por la ignominia, sumergido en el caos y el terror de la élite del bajo mundo junto a su padre Alberto Sabatini.
Expuesta a manos llenas…
Por un breve momento se quedó parapléjica, oía ese mensaje de audio una y otra vez.
Su fachada había sido descubierta, al borde de sufrir un ataque de pánico. Había tomado todas las medidas necesarias para cubrir sus huellas, sin embargo, allí estaba a merced de un desconocido o desconocida.
Debía averiguar cuanto antes a quien pertenecía esa voz distorsionada. Y que quería a cambio de su silencio.
Esperaba impaciente…
Sé sorprendió por el contenido del segundo audio, y se disiparon todos sus miedos.
— Quiero saber la historia completa, reúnete conmigo, sabes dónde encontrarme —Dijo, a secas, pese a la sensación amarga que la albergaba.
—La sabrás aunque parte de ella…
—Dices saber todo de mí, pero créeme solo es la punta del iceberg.
—Claro que la sé, lo que acabas de escuchar solo son migajas de pan, no pretendía jugar a Hansel y Gretel, pero…
—Si no quieres chantajearme, ¿qué quieres de mí?
—Tu ayuda para destruir a nuestra enemiga en común.
Cayendo en cuenta…
—Tú…
Su voz se entrecortó, al recordar que en una de sus exhaustas pesquisas descubrió, el nombre de la persona que le había disparado meses atrás. Dato que no compartió con sus aliados.
—Si confieso, soy culpable, pero dejarás eso a un lado, si quieres cumplir tu objetivo.
—No dejaré nada atrás, ya no tienes ventaja sobre mí, no me aliaré contigo, todo lo contrario, te aré pagar.
—Me has descubierto, no esperaba menos de ti, pero yo sé, algo que tú deseas descubrir, la identidad de Pandora, quieres renegociar o no, quedo atenta a tu respuesta. No tardes en tomar la decisión.
Minutos después…
«Te prometí una cosa en vida y no la cumplí, ahora regreso de la muerte por ti».
De pronto todo se nubló a su alrededor.
Canción de fondo:
Espero que puedas perdonarme
I
Siento haberme ido.
Siento no haber luchado lo suficiente.
¿Qué más puedo decirte?
¿Qué más puedo hacer?
Uh, (bis)
Coro
Siento haberte abandonado.
En ese momento no tuve otra opción más que irme.
Ojalá pudieras entenderme.
Ojalá lo pudieras saber.
Siento haber sido egoísta.
Y haber pensado solo en mí.
Ojalá pudiera retroceder en el tiempo.
Para poder decirte que:
Lo siento por haberte lastimado.
Por haberte causado un dolor interminable.
Por hacer las cosas más fáciles para mí.
Perdóname por haberte alejado de mí.
Lo siento, no me cansaré de decírtelo.
Espero que algún día puedas perdonarme.
II
Siento haberte fallado.
Siento haberte lastimado.
Siento no poder arreglar las cosas.
Espero que algún día puedas perdonarme.
Uh, (bis)
Siento haberte hecho llorar.
Siento haberte defraudado.
Siento que las cosas no hayan sido diferentes.
Que no haya funcionado.
Siento haberte hecho sufrir.
Espero que algún día puedas perdonarme.
De verdad lo siento.
Espero que puedas perdonarme.
III
Ojalá pudieras sentir lo arrepentido que estoy.
Espero que algún día logres perdonarme.
Espero que puedas perdonarme.
Espero poder remediar y sanar todo tu dolor.
Espero que algún día puedas perdonarme.
Uh, (bis)
Coro…
Y segundos después por otro breve momento. Entre destellos de luz y oscuridad. Dijo:
«Perdonarme, perdóname, estoy arrepentido, ojalá pudieras verme».