A él :


Despunta el día y su canto
de alegría va vistiendo,
pues al verte sonriendo
me quedo tal cual encanto.
Mi mirada dice cuánto
has hecho brotar en mí,
tan tierno, cariñoso, así,
así cuál hermoso pincel
que dibuja en mi vergel
desde el día que te vi.
Admiro tu alma, tu luz,
que irradia tanta hermosura,
la más radiante criatura
con siluetas de trasluz.
Yo me quedo en el capuz
soy tu seguidora fiel,
rosa, amapola, clavel,
señidas sobre tu talle,
el cielo pintó al detalle
sobre tu pelo y tu piel.
L.M.Ramírez
Debe de estar orgulloso ese hombre ante tus elogios